El sociólogo y presidente del Grupo Hinterlaces, Oscar Schémel, expuso que una encuesta realizada por esta consultora un mes antes de la firma del decreto del presidente Barack Obama contra Venezuela, revela que 92% de las venezolanas y los venezolanos rechaza cualquier invasión estadounidense en el país; incluso hasta en un escenario de estallido social.
De acuerdo con Schémel, ese dato es muy importante porque descorre el velo sobre la posición antiimperialista del pueblo venezolano. En este sentido, sostiene que “los valores de soberanía, independencia y autodeterminación de los países están muy arraigados en la cultura y la identidad nacional”.
A su juicio, ese arraigo es un logro de la Revolución Bolivariana durante el gobierno del comandante Hugo Chávez.
EL GOBIERNO DE LA PALABRA
Durante el foro Venezuela en la Geopolítica Mundial, organizado por la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (Jpsuv), el sociólogo recordó que el comandante Hugo Chávez siempre estuvo muy claro del rol estratégico que tiene la comunicación, la propaganda, los mensajes y los símbolos en la lucha por las transformaciones en el país.
“Más allá de los logros sociales y políticos de la Revolución, a Venezuela durante ese tiempo la gobernaron las palabras y las emociones”, sostuvo Schémel. No obstante, dejó en claro que “eso no es un cuestionamiento; todo lo contrario”.
Detalló que durante el periodo de Chávez hubo un proceso de cambios culturales que transformaron radicalmente la identidad nacional popular. Indicó que eso responde a la importancia que tiene la “batalla lingüística” en los procesos de transformación revolucionaria.
“Se trata de persuadir, convencer y transformar los repertorios gramaticales de la sociedad. Quien coloca una palabra en la mente de la sociedad está colocando una idea, una interpretación, una visión de país”, señaló Schémel.
UNA NUEVA IDENTIDAD NACIONAL
Argumentó que a eso respondía el esfuerzo de Chávez de cambiar la manera de nombrar los acontecimientos, las instituciones y las situaciones: “Cambiar la manera de ver el mundo requiere de marcos de interpretación diferente y por lo tanto de nuevo lenguaje. Pensar distinto exige hablar distinto”.
Schémel enfatizó que “es la palabra la que otorga significado, relevancia e interpretación a las realidades”. Es por esa razón, explicó, que durante estos 15 años surgió un nuevo repertorio de significaciones, símbolos y una nueva emocionalidad social y política, “a partir de los cuales el chavismo construyó una nueva identidad nacional popular”.
El sociólogo sostiene que eso demuestra que el chavismo no es solo una fuerza electoral: “Es una comunidad emocional, una identidad de clase, una cultura política. Y sigue siendo una fuerza hegemónica”.
A PESAR DE LAS DIFICULTADES
Con su discurso y su gestión social, precisó el analista, Chávez reivindicó a las mayorías populares “contra el autoritarismo social y el desprecio de las élites”.
Es por esa razón que, en su opinión, “a pesar de las dificultades económicas y el descontento que evidentemente existe, el chavismo sigue siendo hoy la única fuerza cultural, social y política que existe en Venezuela”.
Sin embargo, advierte que en una sociedad que carece de alternativas, las fuerzas más reaccionarias suelen activar otros mecanismos para provocar la ruptura del orden establecido: La guerra psicológica.