Está a punto de terminarse el primer mes de un año que todos visualizamos bueno. Emberrinchados, los dueños de la gran prensa privada en Venezuela, comienzan a soltar rumores sobre el cierre de tan magnánimos medios.
Su servidora, en vista de las múltiples señales, se atreve a esbozar un escenario del futuro, inspirado por las señales que va soltando la ultraderecha, y con base en el guión repetido y aburrido al que nos tienen acostumbrados.
Pronóstico adelantado para el mes de marzo: el papel periódico se terminará de terminar de terminar (que lleva meses en eso).
El Universal, El Nacional y el Últimas Noticias dejarían de salir y despedirían a sus pasantes y sus periodistas más prescindibles (porque para los dueños de los medios imprescindible es ninguno) diciéndoles que no hay papel y que es culpa del comandante Hugo Chávez, que los molesta más luego de su partida que cuando compartía los días junto a nosotros.
El Ciudad CCS, Correo del Orinoco, VEA y demás periódicos chavistas seguirán saliendo mientras los demás hacen su show mediático desde la web y le echan naftalina a sus torres de papel encaletado para que no les caigan cucarachas.
«¡Para los periódicos chavistas sí hay papel y para nosotros no!», gritarán histéricos, mientras las doñas se preguntarán sobre qué superficie pondrán a defecar a sus mascotas.
Claro, todo eso si es que los grandes empresarios de la comunicación deciden sacrificar los muchísimos millones que le ganan a los espacios publicitarios que le venden a las transnacionales, que no son poco decir.
¿Se atreverán tanto?