Personalidades favorables y contrarias al control de las armas de fuego testificaron este miércoles en una audiencia del Comité Judicial del Senado norteamericano para analizar la espiral de violencia que afecta el país norteño.
La excongresista demócrata Gabrielle Giffords, quien sobrevivió a un tiroteo en enero de 2011 en el estado de Arizona, se presentó de forma sorpresiva al comienzo de la sesión legislativa y demandó a los senadores actuar de forma expedita para evitar nuevas víctimas de actos similares.
Su esposo, Mark Kelly, señaló que el mejoramiento del sistema de chequeo de antecedentes a los compradores de armamentos debe ser una prioridad en cualquier legislación que se discuta, posición que mantiene el presidente Barack Obama.
El vicepresidente ejecutivo de la Asociación Nacional del Rifle (ANR), Wayne LaPierre, reiteró su oposición a reforzar esos controles, y argumentó que de todas formas los asesinos evadirán el sistema, informó la cadena FOX News.
LaPierre, cuya organización cabildea a favor de los productores de armas, señaló que para dar respuesta a la violencia no se necesitan nuevas leyes, sino más seguridad y una mejor implementación de las legislaciones vigentes.
El senador republicano de más alto rango en el Comité Judicial, Charles Grassley, dijo que daba la bienvenida a la discusión sobre el tema, pero manifestó su escepticismo acerca de la posibilidad de prohibir los fusiles de asalto y los cargadores de gran capacidad.
Varios senadores demócratas presentaron la semana pasada un proyecto de ley que prohibiría los fusiles de asalto y los cargadores de alta capacidad, con la intención de revivir una ley similar que se aprobó en 1994 pero expiró 10 años después.