Corea del Norte y Corea del Sur se reúnen este domingo en una nueva ronda de conversaciones para acordar las condiciones bajo las que se reabrirá el polígono industrial de Kaesong, el único proyecto económico bilateral, después de que fracasaran las últimas dos reuniones.
Pyongyang y Seúl llegaron a un principio de acuerdo hace una semana para poner fin a los casi tres meses de cierre a raíz del complejo industrial de Kaesong, a raíz del repunte de las tensiones nucleares en la península.
Corea del Norte ha priorizado en las conversaciones una rápida reapertura, algo que deben aprobar los ingenieros surcoreanos que visiten previamente el complejo, una vez hayan supervisado las instalaciones y su acondicionamiento de cara a la temporada de lluvias acompañados de empresarios surcoreanos con negocios en el polígono.
Ambos países implementarán, asimismo, un salvoconducto diplomático para prevenir un hipotético cierre del parque industrial de Kaesong, a modo de garantía contra una nueva clausura temporal y uno de los objetivos prioritarios para Corea del Sur.
Seúl quiere evitar así que vuelvan a repetirse los costes económicos (cerca de 716 millones de euros) que acarreó el cierre del complejo, fruto de una cumbre celebrada en el año 2000, a las 123 empresas surcoreanas que allí operan. En el polígono industrial de Kaesong trabajan unas 53.000 personas.
Al respecto, Corea del Sur exige la creación de «salvaguardas aceptables internacionalmente», si bien la naturaleza de estos mecanismos aún debe ser concretada.
Otro de los puntos del principio de acuerdo versa sobre la recuperación de los productos finalizados y la materias primas que dejaron atrás durante la apresurada salida de los trabajadores norcoreanos. Los empresarios y empleados surcoreanos podrán acceder a la zona después de que Pyongyang autorizara su paso a través de la zona desmilitarizada.