El Sevilla lo volvió a hacer y demostró que la Europa League está hecha a su medida luego de conquistar su tercera copa de manera consecutiva. Esta vez, la víctima fue el Liverpool de Jurgen Klopp que comenzó ganando la gran final con un tanto de Daniel Sturridge, pero los ibéricos supieron reaccionar en un segundo tiempo de ensueño para consumar la remontada (1-3).
El duelo que se disputó en Basilea, Suiza, vio como ambas oncenas que salían ilusionadas por consagrarse dieron lo mejor para lograr el objetivo. Los ingleses comenzaron mejor y lo demostraron a los 35 minutos cuando Sturridge con un remate de tres dedos dentro del área, la mandó a guardar para así darle la ventaja a los suyos antes de irse al descanso.
Tras la charla del medio tiempo, el Sevilla salió más motivado que nunca y apenas al 46’ empataron las acciones: el lateral Mariano realizó una gran jugada individual por el costado derecho con un caño incluido para meterse en el área y hacer un pase a Kevin Gameiro quien apareció para rematar de primera y poner el 1-1.
El héroe de la noche, Coke, haría su primera aparición importante a los 64 minutos con un gran remate al borde del área ante el que nada pudo hacer Mignolet quien se estiró, pero solo pudo ver como su arco era batido por segunda vez en el partido.
Con la remontada hecha, los españoles no bajaron los brazos y sabían que debían convertir al menos uno más para estar tranquilos frente a un Liverpool bastante acostumbrado a sorprender en Europa. A los 70’ llegó el tercer y definitivo gol nuevamente obra de Coke quien selló lo que representa el tercer título consecutivo para el Sevilla en esta competición.