La rusa Maria Sharapova conquistó este sábado por primera vez el Abierto de tenis de Francia, completó los cuatro títulos de Grand Slam y lo hizo como nueva número uno del ranking de la WTA.
Poco menos de una hora y media necesitó Sharapova para despachar a la sorprendente italiana Sara Errani con parciales de 6-3 y 6-2 y así convertirse en la sexta tenista en la Era Open en completar los cuatro títulos de los torneos grandes.
«Es el momento más hermoso de mi carrera», confesó emocionada Sharapova durante la ceremonia de premiación, en la que la presentadora se equivocó al convocarla al palco en primer término, cuando la campeona sube siempre en segundo turno.
El detalle sólo provocó algunas sonrisas, inclusiva de la propia Errani, que alzó los brazos como diciendo, la ganadora soy yo, para luego dedicarle la alegría de haber llegado a la final a sus padres.
«Este premio es para ustedes porque me hicieron ser la persona que soy», dijo dirigiéndose a sus padres Errani, quien gracias a su gran actuación en Roland Garros se meterá entre las mejores diez del ranking.
«Todavia no me siento una top-ten, pero intentaré acostumbrarme», comentó al respecto la italiana, felicitada por Sharapova y quien no pudo contener las lágrimas frente al reconocimiento del público parisino, al que agradeció.
«Ojalá pueda volver a jugar contra tí, fue una experiencia extraordinaria. Felicitaciones Maria por tu victoria. Hiciste un gran partido», auguró Errani, feliz pese a la derrota.
Sharapova finalmente se dio el gusto de ganar el Abierto de Francia, torneo que había consagrado por última vez a una tenista rusa en 2009, cuando Svetlana Kuznetsova derrotó en la final a su compatriota Dinara Sáfina.
La nueva «reina» de Francia, además, es la sexta tenista en la Era Open que completó el poker de torneos grandes y le puso así un broche de oro a una gran temporada sobre polvo de ladrillo, luego de coronarse en Stuttgart y en Roma.
La tenista rusa había ganado en Wimbledon en 2004, dos años después conquistó el US Open y dos años más tarde el Abierto de Australia. Ahora debió esperar otros seis para finalmente alzar la corona en Roland Garros.