El portavoz oficial del Ejército de Nicaragua, coronel Orlando Palacios, señaló que un equipo militar de socorro sigue con la investigación y rastreo de las víctimas del fatal accidente aéreo que cobró la vida de nueve efectivos, entre ellos, el jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea.
La búsqueda de militares nicaraguenses que perecieron el pasado jueves tras un accidente aéreo en el departamento de León, al noroeste Managua (capital) continúa este sábado, informaron las fuentes oficiales de Nicaragua.
El Ejército de Nicaragua informó este viernes que el único cadáver rescatado hasta ahora tras el accidente es el del coronel Manuel López y que continúan las labores de búsqueda.
En un comunicado, el Ejército indicó que a bordo de la aeronave MI-17 de fabricación rusa también estaba el jefe de contrainteligencia de la fuerza aérea, coronel Chester Vargas; el jefe de la defensa antiaérea, teniente coronel Aldo Herrera; y el jefe de brigada de mantenimiento aéreo, coronel Mario Jirón; informó la radio oficial del Gobierno.
En la tragedia, considerada como una de las peores de la fuerza área nicaragüense en los últimos tiempos, perdieron igualmente la vida seis militares más de menor rango, según el reporte divulgado por la emisora.
El portavoz del Ejército, coronel Orlando Palacios, informó que el piloto de la aeronave hizo una llamada de emergencia a la Fuerza Naval para avisar que «se había presentado una situación» anormal cuando sobrevolaban cerca de la base militar de adiestramiento Papalonal, en los alrededores del volcán Momotombo, departamento de León, al noroeste de la capital.
De acuerdo con informes preliminares, el helicóptero se incendió minutos después de que alzara vuelo en la zona rumbo hacia Managua (capital de Nicaragua).
Asimismo, los datos difundidos detallan que el helicóptero cayó desde unos mil 500 metros de altura.
Un equipo militar de socorro continúa las labores de búsqueda y rescate de los ocupantes del helicóptero y se ha formado una comisión para determinar las circunstancias del accidente.
Las víctimas eran en su mayoría exguerrilleros sandinistas que después del triunfo de la revolución de 1979 ayudaron a fundar el ejército de Nicaragua.