Reportes de suicidios de indígenas rarámuris han provocado consternación en los mexicanos y generado iniciativas para prestar ayuda.
Ramón Gardea, integrante de Unión de Campesinos Organizados de Chihuahua, señaló que “hasta el 10 de diciembre, 50 mujeres y hombres fueron al barranco por la tristeza de no tener qué comer sus hijos y se arrojaron al barranco. Otros se ahorcan”.
Marisela Ordoñez se enteró por Internet de lo que ocurría y se ofreció como voluntaria. “La motivación para ayudar en lo poquito que uno puede. Es lo único que uno puede hacer aquí”, manifestó.
Por su parte, Ramón Flores, del gobierno del estado norteño de Chihuahua desmintió los reportes. “Es una versión falsa, es una falacia que se manejó en las redes sociales”, dijo.
“Es un dato que originalmente emitió la Fiscalía General del estado de Chihuahua, zona occidente. No está confirmado, pero el debate no es ese”.
Laura Gurza, coordinadora de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación de México, señaló que se trata sólo de rumores. Aseguró que en la temporada, 32 personas han fallecido en el país, de éstos, aseguró, 16 murieron en Chihuahua y la mayoría por inhalación de monóxido de carbono.
Ante esto, Víctor Quintana, defensor de los Derechos Humanos e investigador de la Universidad Autónoma de Chihuahua, respondió: “El debate es que suicidios o no suicidios, hay gente muriendo por desnutrición en la Sierra Taraumana. Hay hambre crónica. Lo que sucede es que ésta se agudiza”.
Gabino Gómez, dirigente de la organización El Barzón, anunció que éste y otros grupos salieron rumbo a la ciudad de México donde el domingo realizarán una protesta y el día siguiente acudirán a las oficinas del gobierno para demandar que “destine recursos para atender el problema derivado de la sequía”.
México era exportador de alimentos en los años 60, pero después de aplicar duras medidas y firmar tratados comerciales con Washington se ha convertido en un gran importador de alimentos tras destruirse el agro mexicano.