El Grupo Unidos por el Canal de Panamá (GUPC) suspendió las obras de ampliación de la vía por el rompimiento del diálogo sobre una reclamación de mil 600 millones de dólares.
El titular de la Administración del Canal Panamá (ACP), Jorge Quijano, confirmó este miércoles en rueda de prensa que no ha sido posible resolver la crisis porque el Grupo ha tenido una posición inflexible y mantiene cifras no sustentadas que son imposibles de cumplir por su magnitud.
Reiteró que la ACP hizo lo posible por sacar las negociaciones del estancamiento y aceptó el protocolo para ampliar las negociaciones, pero no fue posible lograr nada.
Agregó que persistió la confidencialidad en el diálogo pero la distancia entre las partes se mantuvo muy grande, porque las reclamaciones atentaban contra los intereses del canal y su argumento no varía sobre el reclamo de los mil 600 millones de dolares.
Reveló que en el curso de las conversaciones el liderato pasó de la empresa española Sacyr a la italiana Impregilo, que junto con la belga Jan de Nul y la panameña Cusa forman el consorcio GUPC.
Lo importante, dijo, es que la ACP está en condiciones de terminar el proyecto en 2015 con o sin el GUPC, y para ello usará los mismos trabajadores que el consorcio ha despedido.
Quijano basó su optimismo en que el 30 por ciento de las obras totales que restan por terminar no son las más difíciles.
La ampliación, licitada en cinco mil 250 millones de dólares, está al 72 por ciento ejecutada y la construcción del tercer juego de esclusas al 66 por ciento, señaló.