El Gobierno tailandés aplica medidas emergentes para proteger Bangkok ante la continua subida de las aguas y en medio de las peores inundaciones en los últimos 50 años.
Según la primera ministra Yingluck Shinawatra, la cifra de muertos ascendió a 356 además de serios daños a los cultivos agrícolas y la infraestructura, sobre todo en las regiones de la meseta central del país.
Shinawatra,en su habitual programa informativo en cadena nacional de radio, exhortó a la población a mantener la calma y aseguró que las principales instalaciones de la capital están protegidas.
Al menos a 15 kilómetros de Bangkok, una ciudad de casi 12 millones de habitantes, las aguas comenzaron a cubrir paulatinamente los barrios de la periferia, de los cuales la población está siendo un rápidamente evacuada.
Las esclusas de los canales de desagüe fueron abiertas para permitir la salida hacia el mar de los millones de metros cúbicos que se acumulan y que han cubierto enormes extensiones al centro y norte de Bangkok.
La jefa del Gobierno pronosticó que la lucha contra las inundaciones se extenderá por lo menos durante seis semanas y subrayó que se hacen todos los esfuerzos para mantener abierta las vías de comunicación y el suministro eléctrico y de agua potable.
En su intervención anunció que se garantiza la asistencia urgente a más de 110 mil personas instaladas en algo más de 200 centros de evacuación en toda la nación, así como ayudas emergentes a más de dos millones 400 mil desplazados.
Las lluvias, casi continuas desde julio último, provocaron las actuales inundaciones, sin precedentes en la historia de Tailandia, una nación de cerca de 66 millones de habitantes habitualmente acostumbrados a los tifones y temporales.