La muerte de tres obreros colombianos en una mina de carbón enluta hoy a los habitantes de Antioquia, quienes sufrieron a finales de año el fallecimiento de 12 trabajadores dentro de un yacimiento similar, inundado sorpresivamente.
El más reciente suceso ocurrió la víspera en una veta del municipio Angelópolis, como resultado de una explosión desatada por la excesiva acumulación de gas metano en las profundidades, explicaron expertos.
Uno de los accidentados logró sobrevivir al ser rescatado por varios de sus compañeros, aunque sufrió quemaduras en su cuerpo, precisó el diario local El Colombiano.
Nuevamente los antioqueños presenciaron las desesperadas faenas de rescate para intentar hallar con vida a los operarios, tareas que durante la pasada tragedia en la vecina localidad de Amagá demoraron más de 15 días por el difícil acceso a la cavidad anegada en agua.
En Angelópolis se concentra gran parte del área carbonífera del departamento, sólo allí y en Amagá hay reservas calculadas en cerca de 12 millones de toneladas del mineral.
Esa riqueza natural, considerada por algunos como una especie de oro negro, contrasta con el sufrimiento que ha padecido la región en las recientes décadas, debido a frecuentes accidentes fatales originados dentro de los sitios de explotación minera.
Según especialistas, la ausencia de mapeos topográficos y estudios hidrogeológicos integrales complica la actividad extractiva en esos predios, considerados de alto riesgo.
De existir tales guías o herramientas los obreros podrían ser más prudentes y estarían a salvo aún en condiciones de cierto peligro, aseguró Jorge Martín Molina profesor de la Facultad de Minas en la Universidad Nacional.
Adicionalmente en Antioquia como en otras zonas del país andino proliferan las exploraciones ilegales sin las mínimas condiciones de seguridad para los buscadores de carbón y oro, principalmente.
Más de 500 colombianos perdieron la vida en yacimientos durante los pasados cuatro años.