Eusebio Contreras vive en Los Teques y es usuario regular del Metro. Dice que la implementación del servicio de transporte subterráneo ha sido una “gran solución” para quienes habitan en la zona, y necesitan trasladarse a la capital venezolana. “A veces agarro camioneticas, pero no es lo mismo, porque demoran más”, esgrimió.
Relata que, hasta hace poco tiempo, el Metro movilizaba menos personas y había más orden, “pero de un tiempo para acá eso es un gentío, y todo el mundo quiere montarse de primero, sin orden”, por lo que considera que la incorporación de los nuevos trenes “permitirá viajar con más tranquilidad, porque habrá más espacio”. Piensa que es necesario “educar más” a las y los usuarios, para que no haya inconvenientes al momento de subir y bajar.
Manifiesta que en ocasiones, ha sentido que el aire acondicionado de los vagones “no funciona, o funciona mal, porque se siente un poco de calor, sobre todo a las horas pico”, pero opina que en líneas generales el Metro Los Teques “presta un buen servicio”. Sin embargo, llama a las autoridades a que sigan haciendo mejoras, y a las y los usuarios a que “respeten las normas” de acceso al mismo.
María Lovera, quien acompañaba a Eusebio al momento de consultarlo, percibe otra realidad distinta. Aunque fue parca en sus comentarios, dijo que usa muy poco el Metro “por la cantidad de gente que siempre se monta” y por “la apretadera”, debido al exceso de personas que viaja en un mismo vagón. Además señala que “siempre hay retrasos”. Aunque no lo ha visto, esgrime que le han contado que dentro del Metro “atracan mucho”, por lo que para ella es mejor transportarse en camioneticas. “Si la agarras en su parada logras ir sentado, y si ves a algún choro con intenciones de atracar, te bajas y listo”, exclamó.
Para José Vidal, el Metro Los Teques “es una buena opción” para desplazarse rápidamente, “sobre todo en el corre corre diario, para ir a trabajar, para que los muchachos vayan a la universidad”. No obstante, hace un llamado a las autoridades para que “pongan mano dura” en la supervisión interna. “A veces uno ve cosas raras, malandritos, gente que come chucherías y tira los desperdicios en el piso, y que recuestan los pies sobre las paredes y las ensucian. Eso no debería pasar y aunque todos somos responsables, debe haber mayor supervisión”, criticó.
Marta también usa con frecuencia el Metro Los Teques. Reconoce que este “complementa el servicio” que ofrecen las camioneticas, pero asegura que a veces “las escaleras no están funcionando y el aire no enfría”, lo que entorpece el traslado de las y los usuarios. Indica que a veces, dentro de sus instalaciones, “la gente se comporta como animales”, por lo que cree necesario una campaña de concientización. También manifiesta que es necesario redoblar la seguridad, sobre todo en la parte externa, “que de noche es oscura”.
