Cuando escuché de parte de un amigo el comentario de que el Gobierno Bolivariano se estaba reuniendo bajo cuerda con nada más y nada menos que la Ford, para acordar la venta en Venezuela de vehículos de la marca gringa en dólares, no lo podía creer y me pareció un rumor de muy mal gusto.
Pasan los días y surge la noticia confirmando lo que me habían dicho pero de manera confusa dado que no hay ningún comunicado oficial tanto de la Ford como del Gobierno, solo reseñan que ha habido reuniones de “trabajo” entre ambos.
Para enredar un poco más la cosa, sale el sindicato de trabajadores de la ensambladora estadounidense y dice que ese acuerdo ya está suscrito y que se comenzará a vender los vehículos en dólares a partir del mes de julio. La institucionalidad reacciona guabinosamente y el ministro de Planificación, Ricardo Menéndez, declara que “la única moneda de curso legal en Venezuela es el bolívar”. Me hubiese gustado oír si había un acuerdo entre el Ejecutivo y la Ford para concretar esta modalidad de venta.
Si la guerra económica fuese un juego de pelota, la burguesía tendría en la lomita a Nolan Ryan y nos estuviesen dando un no hit no run ya entrando en el sexto inning. El Estado burgués, sobre el cual reposa el Gobierno Bolivariano, domina la escena a placer y no se vislumbra nada distinto a las medidas reformistas que se implementan para maquillar los males que tienen su origen a nivel estructural. No hay soluciones, no se solventan los problemas.
La guerra económica luce como ataques constantes que afectan al pueblo y a la patria, mientras la Revolución institucionalizada solo se limita a socorrer al pueblo herido con pañitos calientes. No existe ningún contraataque, no existe un enemigo burgués tras las rejas. Hace más de dos años que las siguientes figuras: Jorge Giordani, Edmée Betancourt, Rafael Ramírez, José Khan y Miguel Rodríguez Torres denunciaron el robo descarado de miles de millones de dólares bien por empresas de maletín o a través de la sobrefacturación, curiosamente durante los mismos tiempos en que ellos formaban parte del Tren Ejecutivo, es decir, denuncias algo de una gestión de la cual formas parte.
El presidente Nicolás Maduro también fustigó a la burguesía parasitaria por sus delitos, pero todo quedó allí. Al sector automotor se le han dado dólares para producir varias veces la cantidad de vehículos que han producido, ¿será que no se dan cuenta nos están robando? El Estado burgués protege a los negociantes y hoy día tenemos delitos sin delincuentes.