«La política de Estados Unidos es proteger a sus ciudadanos de los extranjeros que pretendan cometer atentados terroristas, amenazar nuestra seguridad nacional, propugnar ideologías de odio o aprovecharse de otro modo de las leyes de inmigración con fines malévolos», reza el documento.
“Estas restricciones distinguen, pero se aplican tanto a la entrada de inmigrantes como de no inmigrantes”, indicó el mandatario.
«Queda suspendida la entrada en Estados Unidos de nacionales de Venezuela como inmigrantes y como no inmigrantes con visados B-1, B-2, B-1/B-2, F, M y J», indicó el Trump en una proclamación presidencial publicada por la Casa Blanca.
El mandatario considera que Venezuela carece de una autoridad central competente o cooperativa para emitir pasaportes o documentos civiles y no cuenta con medidas de control y examen adecuadas.
«Venezuela se ha negado históricamente a aceptar de vuelta a sus ciudadanos removibles», agregó el líder republicano en la proclamación presidencial.
Hay una serie de excepciones bajo la nueva prohibición: De esta forma, se permitirá a viajar a residentes permanentes legales, niños adoptados, personas con doble nacionalidad que tengan pasaporte de un país sin restricciones, ciudadanos extranjeros que lleven visas para empleados del Gobierno de EE.UU. u otras visas especiales, como la de inmigrante para familiares directos. Además, será posible la entrada de equipos atléticos y entrenadores a ciertos eventos deportivos, entre otras salvedades de interés nacional.