POR: BASEM TAJELDINE

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Los cambios de bandos están a la orden del día en el Medio Oriente.

Cosas impensables hasta hace poco vienen ocurriendo en esa compleja región. La fuerza de los últimos acontecimientos: la derrota de los grupos terroristas en Siria apoyados por Occidente y sus lacayos del golfo, terminaron por cambiar el mapa.

Cuando todos los medios internacionales y las redes sociales hicieron mofa de un insignificante incidente, en que el presidente ruso, Vladimir Putin, sin querer, hizo caer la silla en la que estaba sentado su homólogo turco, Recep Tayyip Erdoğan, inmediatamente muchos recordamos aquel no-incidente ocurrido meses atrás cuando militares turcos apoyados por la OTAN intentaron quitarle realmente la silla al mandatario turco.

Tras aquella fracasada intentona, y luego del fracaso del plan terrorista contra Siria, el mapa de la región ha cambiado significativamente, y son otros los que ríen de último.

Fuertes voces en Turquía exigen la retirada inmediata de su país de la OTAN, luego de una “pesada broma” o “error” ocurrido durante unos ejercicios militares.

Su salida significaría un duro revés geoestratégico-militar para esa organización en la región. Mientras en las últimas ruedas de negociaciones sobre Siria, la oportunista dirigencia turca se mostró a favor de dar muestras claras de apoyar a Rusia e Irán para la solución definitiva a la crisis en Siria.

Realmente, ¿quién perdió la silla en el Medio Oriente?

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Caracas