Por Ennio Di Marcantonio|TV: antes y después (Opinión)

Durante la inauguración de otra obra de la Revolución Bolivariana, el teleférico Mukumbarí, el mas largo del mundo, ubicado en Mérida, totalmente reconstruido, y al mismo tiempo, la revisión de las obras del Hotel Humboldt, el presidente Nicolás Maduro hizo una autocrítica en política comunicacional, clave para la lucha mas dura dentro de la construcción del nuevo Estado: una TV que mostrara el antes y el después de las obras o avances, en otra frase, el seguimiento y control.

Esto significa, en nuestro análisis, desarrollar la cobertura, no de la inauguración de la obra, sino de todo su proceso: desde el anuncio de la puesta en marcha, hasta su inauguración, pasando por lo mas importante, el desarrollo, hito a hito (semanas, meses, años, lo que dure el proceso de construcción) de la obra.

Son necesarios micros televisivos, que deben mostrar, con locución y gráficos: obra, inversión en divisas y en bolívares para la obra, porcentaje de avance, en cuánto tiempo debe estar concluida, y, si hay retraso, motivo de dicho retraso, y nuevo cronograma y presupuesto a partir del mismo.

Terminada la obra, el trabajo no termina, debe informarse: estatus de la operatividad (si está funcionando correctamente), denuncia (si hay alguna falla) y atendida la denuncia, información de la solución de la falla, junto con el monto de la inversión realizada.

Logrando esto, no solo se informa al país sobre la gran cantidad de obras que hace la Revolución Bolivariana, que ya han superado a las realizadas durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez con un añadido importante: en democracia y libertad.

Con un pueblo debidamente informado, y sujeto también de este seguimiento y control, se combatiría la corrupción y la ineficiencia, tomando en cuenta que la construcción del país, hoy, también descansa en el Poder Popular.

enniodimarcantonio@gmail.com