Red de Apoyo por la Justicia y la Paz|Un “pedacito de cielo” para las mujeres (Opinión)

El Cielo es representado al final de la vida como la Felicidad perdurable. Mujeres y hombres no esperan vivir la felicidad prometida sino que en el mundo terrenal luchan por propiciársela e inclusive en nuestro país cuando somos niñas o niños, jugamos a “La Vieja”, en la que el premio para la ganadora o el ganador es el cielo.

En Venezuela para las mujeres, y especialmente para las de los sectores populares, la razón de su existencia o de la felicidad, es vivenciarse como madre. Vivir madre es su identidad como persona.

Es por ello que su papel se asocia a permanecer en el hogar desempeñando su rol reproductivo, asumiendo tareas como: administración del presupuesto familiar, compra y elaboración de bienes para su consumo y crianza de las y los hijos; todo ello con poca o ninguna participación de las y los otros miembros de las familias e igualmente suman a todos estos desempeños el trabajo comunitario.

UN TRABAJO QUE FACILITA MANTENER LA VIDA

Necesitamos alimentarnos, vestirnos, atención ante las enfermedades pero también se necesita afecto. Este trabajo se realiza día tras día los 365 días del año sin descanso; no tiene un valor de mercado, por ello no reporta los beneficios económicos de un trabajo remunerado y, tiene como fin último el cuidado de la vida, siendo las mujeres las que cargan con su mayor peso.

Cuando se permanece únicamente en el espacio doméstico una proporción significativa de mujeres del sector urbano/popular, como una forma de obtener ingresos, realizan actividades por cuenta propia sin necesidad de salir de sus casas: se dedican a la venta de alimentos, confección de ropa y servicios personales. Otras trabajan el comercio informal y las mujeres del campo cuidan de los animales, elaboran y preparan alimentos para los trabajadores de sus pequeñas parcelas en época de cosecha. Todos estos trabajos se caracterizan por la inseguridad y la temporalidad. No están cubiertos por la protección de las legislaciones laborales y la seguridad social, en resumidas cuentas son precarios.

DE LA PRECARIEDAD A LA SUPREMA FELICIDAD MERECIDA

Las labores realizadas en el hogar para mantener la vida de las y los que allí habitan, más los trabajos precarios, fueron la punta de lanza para que el presidente Hugo Chávez Frías, promulgara el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Nº 8.694 con el que se creó la Gran Misión en Amor Mayor Venezuela, el 13 de diciembre de 2012. Con el objetivo de asegurar la máxima inclusión, igualdad, respeto, solidaridad, bienestar y justicia social para las personas adultas mayores de la Patria, especialmente para quienes viven en hogares cuyos ingresos son inferiores al salario mínimo nacional, hasta lograr la mayor suma de seguridad social y de felicidad posible, ello en concordancia con el derecho a una vida digna de las personas.

Las pensiones serán equivalentes al salario mínimo: a las mujeres a partir de los 55 años de edad, y a los hombres desde los 60 años de edad. Consiste en dos grupos, las ciudadanas y los ciudadanos que en su vida laboral no cotizaron, y aquellas y aquellos que hayan cotizado aunque no lo suficiente para ser pensionados por el Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS). Los requisitos para el registro son: nacionalidad venezolana, extranjeros con 10 años de residencia en el país, cédula laminada, ingresos familiares que estén por debajo del salario mínimo nacional.

En cierta forma este Decreto implica inclusión y, un trabajo por siempre invisibilizado, reciba una remuneración que quizás a edades avanzadas solventen la compra de medicinas y alimentos para tratar las dolencias del cuerpo, agobiado por tantas cargas físicas como emocionales producto de unas construcciones históricas en la que ser mujer y femenina ha implicado vivir en función de sus familias, pero la atención a las adultas mayores no se agota en una pensión.

La seguridad social debe garantizar servicios sanitarios, vivienda y recreación entre otros para tener un mejor vivir acorde con las necesidades en este ciclo de vida.

Por consiguiente se requiere de instituciones que agilicen los trámites y no las dejen desamparadas con sus malos tratos, sumado a esto es fundamental impulsar políticas públicas en la que las decisoras y los decisores realicen un cuestionamiento profundo que lleve a comprender las causas generadoras de desigualdades, en la que lo masculino sigue gozando de privilegios de los cuales lo femenino carece para el acceso a bienes materiales e inmateriales para tener una mejor vida.

Las mujeres seguirán tejiendo su existencia en función de sus luchas permanentes por sus derechos, buscando siempre nuevos horizontes, con la esperanza de que a su lado permanezcan gobiernos generadores de condiciones para una plena participación y construcción de autonomía y, así en la cotidianeidad redescubran un cielo azul, abierto lo más parecido al Paraíso.

ACERCA DE LA RED DE APOYO POR LA JUSTICIA Y LA PAZ

La Red de Apoyo por la Justicia y la Paz es una organización no gubernamental, sin fines de lucro, que promueve y defiende los derechos humanos en Venezuela desde 1985. Con una perspectiva Inter y multidisciplinaria, la Red de Apoyo: 1. Denuncia jurídica y comunitariamente los casos de violación del derecho a la vida, integridad personal, libertad y seguridad personal e inviolabilidad del hogar. 2. Atiende médica, psicológica y sociopedagógicamente a las víctimas de tortura y a familiares de víctimas de abusos policiales o militares. 3. Promueve políticas públicas en materia de derechos humanos. 4. Realiza actividades de promoción y difusión, y genera procesos de educación en derechos humanos. Estamos en Parque Central, Avenida Lecuna. Edif. Caroata, Nivel oficina 2, ofic.220. Telefax: 574 19 49 / 574 80 05 www.redapoyo.org.ve.

T/ Fanny Cubillán Carrizo
Foto/Vargas

En estos momentos que se hace justicia a millones de Abuelitos y abuelitas, es importante evaluar, a donde llegan con prioridad esas ayudas Sociales, ya que en el Municipio San Diego, la mayoría de la tercera edad que se registraron perteneciente al sector popular, todavía a mas de 1año de registro no les ha salido el Beneficio de la pensión Amor Mayor y por lo contrario a un porcentaje alto del sector clase media si se han beneficiado con este programa. Es allí que se debe revisar porque? Quienes son la prioridad, quien maneja a su antojo estos programas o quien decide si este va o este no? Sabemos que dentro de las instituciones hay seres que se prestan a la corrupción y en esto, que es tan sagrado e importante, no se escapa de ello. Pido se revise nuevamente cada caso y darle respuestas inmediatas a estas personas Mayores que esperan por sus pensiones merecidas y es triste decir esto, pero es la realidad, Muchos de ellos ya partieron de este mundo esperando que les llegara.