Para un país como Brunei, con alrededor de 400 mil habitantes, la constatación de que su cuarta parte es obesa moviliza hoy a distintos sectores relacionados con la salud de la población.
La última encuesta llevada a cabo por autoridades ocupadas en nutrición, que abarcó el período de 2009 al 2011 reveló que un 27 por ciento de los nacionales padecen de exceso de peso corporal, cuando la media internacional es de un 12 por ciento.
Más alarma causa que en esa situación se encuentra el 8,8 por ciento de los menores de cinco años de edad, un 3,3 por ciento de ellos es obeso, de acuerdo con estudios de un equipo técnico consultor difundido aquí.
El ministro de salud, Adanan bih Mohd Yusof, lo atribuyó en gran parte al consumo de alimentos saturados y líquidos dulces, mientras la ingestión de fibra, frutas y vegetales resulta muy baja.
A su juicio, urge cambiar los hábitos de la población, lo que considera difícil, luego que algunas iniciativas basadas en recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud no han obtenido el éxito que se esperaba.
Otros expertos apuntaron que también incide en el problema el fácil acceso a comidas procesadas excesivas en calorías, estilos de vida sedentaria, rápida urbanización, que junto al envejecimiento, por otra parte incrementa los costos de cuidados médicos.
Con un altísimo producto interno bruto como importante suministrador de petróleo en el mundo, prácticamente se importa todo en un país que ahora enfrenta las consecuencias de un consumo fácil y desmedido.