Todo lo que sustenta documental e históricamente la conceptualización, la realización y el montaje de El cascanueces del maestro Vicente Nebreda fue preservado, recopilado y divulgado a través de una publicación que rinde tributo a una de las piezas más importantes de las artes escénicas venezolanas, que este año cumple 20 temporadas ininterrumpidas.
El libro El Cascanueces de Vicente Nebreda y el Teatro Teresa Carreño 1996-2015, fue bautizado la mañana de ayer por el autor, el periodista Daniel Castellano; la primera bailarina Zhandra Rodríguez; el Jefe del Departamento de Utilería, Rodrigo Rodríguez; y el presidente del teatro, Gustavo Arreaza.
Castellano recopiló un numeroso cuerpo de testimonios, anécdotas y entrevistas al cuerpo técnico, a los bailarines, críticos y especialistas, para ilustrar el recorrido que El Cascanueces ha dado desde su estreno en el año 1996 hasta hoy. La publicación contó con el prólogo de Zhandra Rodríguez.
Fotografías de las 20 temporadas, de los elencos correspondientes y de todo el personal técnico involucrado en la realización del espectáculo, bocetos de diseño de vestuario, escenografía y utilería, reseñas, críticas y artículos, e imágenes de apoyo, constituyeron la materia prima de la cual Castellano hecho mano para documentar todo lo referido al espectáculo que año tras año forma parte de la tradición navideña de las venezolanas y los venezolanos.
Zhandra Rodríguez se refirió a la investigación como “un acto de reivindicación y reconocimiento que necesitaba el maestro Nebreda y El Cascanueces”. Asimismo, llamó la atención sobre la idea, para ella errónea, de considerar esta obra como eurocéntrica, al contrario, la definió como una obra universal de gran importancia, versionada por Nebreda desde una mirada criolla.
Por su parte, Arreaza calificó al espectáculo de “primera calidad mundial digno de las mejores expresiones artísticas del mundo”, que ha sido disfrutado desde su estreno hasta hoy por aproximadamente 700 mil personas.
DE LA VISIÓN DE NEBREDA AL EQUIPO REALIZADOR
Castellano explicó que la característica fundamental de su investigación radicó en que además de dar a conocer las ideas estéticas y técnicas del maestro Nebreda en relación con la conceptualización de El Cascanueces, está también reflejado el testimonio y el aporte de todo el personal del Teatro Teresa Carreño que ha estado involucrado con la pieza desde su nacimiento.
En este sentido, Rodrigo Rodríguez, en representación de todo el personal de técnicos y realizadores, expresó el cariño, orgullo y respeto que sienten por la pieza. Desde que El Cascanueces solo era una idea en la cabeza de Nebreda, los técnicos acompañaron y trabajaron arduamente en los planteamientos que el coreógrafo tuvo con la pieza. “Él hablaba de ese sueño y nos contagiaba a todos”, confesó.
Asimismo, Rodríguez aseguró que todo el personal del teatro trabaja de alguna manera para que esta obra se presente cada año con el mismo brillo. Todas y todos aportan desde sus campos de acción. “Todos nos sentimos “dueños y señores de esta producción”, señaló. El utilero contó que las 47 bambalinas que adornan el árbol de Navidad de la pieza fueron realizadas por 47 oficinistas desde sus escritorios, pues el equipo de realización estaba muy ocupado en la creación de otros elementos. De manera que cada trabajador y trabajadora mantiene una relación muy especial con El Cascanueces.