Por Alirio Contreras|Un mundo enredado (Opinión)

Carlos Monsiváis su libro Los rituales del caos escribió centrado en una sociedad mediatizada, en la que los medios de comunicación determinaban lo que existía o no, de acuerdo a su aparición en la pantalla de la TV. Ahora las redes sociales determinan la necesidad de pertenencia a grupos sociales, en ella nos “certificamos”. En los ámbitos de la comunicación, las redes cobran una importancia de primer orden, toda vez que son una herramienta en la que priva la inmediatez y los generadores de opinión las han convertido en una de sus principales aliadas para mantenerse en la agenda de la opinión pública.

Los especialistas en marketing digital también hacen gala de ello, pues las usan como un medio idóneo para promocionar sus productos. Esa misma lógica es la del uso político de las redes, pues las figuras públicas las utilizan para promover sus ideas, así como para generar información.

En Venezuela la dependencia mediática de las redes como fuente informativa se ha impuesto de una manera impresionante. Vivimos influidos de manera contundente por lo que en ellas se publica.

Considerando que nuestro país tiene altísimo consumo histórico de dispositivos móviles per cápita, tenemos a una sociedad que permanece conectada las 24 horas del día. Es por ello que la responsabilidad en el uso de las mismas es un tema de discusión muy importante. A menudo vemos a algunos líderes o seguidores de partidos políticos que suben imágenes que no corresponden con la realidad con la finalidad de manipular y cuando son descubiertos no tienen la actitud de rectificar. Es loable cuando un vocero político o de cualquier otro espectro de la vida pública se equivoca, que asuma su responsabilidad y corrija su error.

Cuando eso no sucede, solo nos queda la certeza de que los fines con los que se utilizó la imagen o la información fue la manipulación de las masas. Por ello no debemos enredarnos con la Red, debemos aprender a discriminar lo que es real y lo que es parte de una agenda para posicionar matrices falsas de opinión. Incluso, muchas de las llamadas “etiquetas” que se posicionan como tendencias, son producto de robots que publican tuits masivos para generar las matrices.

Hoy las redes son una herramienta mas de un plano de la lucha de poderes en las que vivimos inmersos. No seamos, pues, objeto de manipulación por grupos que tienen su agenda particular.

alirio.contreras@gmail.com