El trujillano fue cuarto en la contrarreloj|Con una bandera confeccionada por él y su esposa Julio César León fue el pionero en Juegos Olímpicos

En la edición de los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, en pleno imperio hitleriano, aprovechando la herencia de seis mil bolívares que le dejara una tía, el multiatleta Teodoro Capriles se fue por su cuenta hasta Alemania para intervenir en las pruebas de ciclismo, pero ello no le fue posible debido a que para el momento Venezuela carecía de un Comité Olímpico conformado.

Por ello, para debutar en la máxima justa universal de los deportes olímpicos nuestro país debió esperar hasta 1948, en Londres, cuando se reanudaron los juegos, luego de dos ediciones suspendidas por causa de la II Guerra Mundial. De nuevo, fue un pedalista, el trujillano Julio César León, quien también por sus propios medios se trasladó hasta la capital inglesa.

Fue toda una aventura para León, quien en una travesía de 36 horas se trasladó a Londres a bordo de un bombardero para inscribirse como atleta, delegado y entrenador de un país cuya ubicación pocos conocían en ese entonces.

Finalmente, el viaje rindió sus frutos, pues aquel ciclista de una desconocida nación suramericana finalizó cuarto en la prueba de los 1.000 metros de la contrarreloj, detrás del francés Jacques Dupont (oro), el belga Pierre Nihant (plata) y el británico Thomas Goodwin (bronce). Por muy escaso margen estuvo a punto de convertirse en el pionero de Venezuela no solamente como competidor, entrenador y delegado en unos Juegos Olímpicos, sino también como medallista.

“Lamentablemente, el francés Dupont, a la postre ganador de la medalla de oro, me eliminó en los cuartos de final. Al terminar la carrera, el embajador de Venezuela en Londres se acercó a saludarme, luego de que me había negado el permiso para portar la bandera nacional”, declararía posteriormente Julio César León.

Tenía entonces 23 años (nació el 25 de febrero de 1925) y portó una bandera nacional confeccionada por él y su esposa con telas amarilla, azul y roja y estrellas de papel atadas a un palo de haragán como asta. Regresó a Londres 64 años después, a los juegos de 2012, invitado por el Comité Olímpico Venezolano (COV) y con todos los honores que más de medio siglo antes le habían sido negados.

T/ Jimmy López Morillo
F/ Archivo CO