Los líderes de la Unión Europea (UE) han pedido que la cumbre del G20 que empezó este domingo muestre un mayor compromiso en la crisis de los refugiados. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, asegura que «las capacidades prácticas de Europa para acoger las nuevas oleadas de refugiados (sic) están cerca de los límites».
Tusk añade que en el caso de los «migrantes económicos irregulares», esa falta de capacidad es aún más acusada.
Durante una conferencia de prensa previa al inicio de la cumbre, Donald Tusk y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, subrayaron la necesidad de que el G20 ofrezca más respuestas a la crisis de los refugiados, ya que sienten que Europa y algunos países de la zona han hecho un sacrificio «desproporcionado».
«Es un reto global que requiere una solución a nivel global», afirmó Tusk.
Una fuente europea recordó a este respecto que la mayoría del peso de la crisis de los refugiados ha sido soportada por la UE, Turquía, Jordania y Líbano.
El esfuerzo de esos tres países limítrofes, no obstante, es mucho mayor que el de todos los 28 estados europeos. En la actulidad, más de un acuerto de la población libanesa son refugiados.
La misma fuente europea consideró que, en general, los países del G20, entre ellos Canadá, China, Rusia o Japón, no han hecho nada, y EEUU «un poco».
Canadá ha sido para muchos una buena referencia en materia del reasentamiento de refugiados (traer a asilados desde países limítrofes o en conflicto). Tusk ha pedido a los países del G20 y en concreto a Estados Unidos que contribuya con los reasentamientos «en países fuera de la UE».
La UE acordó en septiembre del pasado año reubicar en diferentes países europeos a un total de 160.000 refugiados desde Grecia e Italia. Un año después, solo ha recolocado a 4.473 personas, hasta este 1 de septiembre.
Según los datos de julio de reasentamiento, la UE había traído a 8.268 refugiados de las 22.504 acordadas en virtud del programa de julio de 2015.
Organizaciones humanitarias como Amnistía Internacional, Médicos del Mundo, Acnur han denunciado la falta de vías legales y seguras para que los refugiados migren sin arriesgar su vida.
Esta semana, en el aniversario de la muerte del niño de tres años Aylan Kurdi, Unicef recordó que alrededor de 550 menores han fallecido en el Mediterráneo tras él. En total, 3.171 personas han muerto en lo que va de año intentando alcanzar Europa, según la Organización Internacional para las Migraciones.