Los cancilleres de los países miembros de la Unión Europea (UE) decidieron este martes retrasar las negociaciones de integración de Turquía para finales de año, aunque debieron hacerlo esta semana, a raíz de la reciente represión policial a manifestaciones antigubernamentales.
Antes de retomar el proceso será necesario un informe para evaluar la capacidad de Turquía de entrar en la UE, el cual está previsto para octubre, acordaron los 27 ministros de Asuntos Exteriores.
Según estaba planificado, el reinicio de las negociaciones debía ocurrir esta semana, pero se detuvo a partir de los sucesos de las últimas semanas cuando la fuerza policial turca reprimió a los manifestantes que salieron a las calles en varias ciudades de ese país euroasiático.
Sin embargo, el debate sobre el asunto celebrado la víspera entre los cancilleres no mostró una posición única al interior del bloque, pues se emitieron criterios divergentes en torno a la cuestión turca.
En este sentido, el alemán Guido Westerwelle, representante de un Estado que hasta la semana pasada se mantuvo contrario a retomar el proceso, matizó su discurso al destacar la necesidad de tener en cuenta también «los intereses estratégicos y a largo plazo de la UE».
Sobre la ola represiva, el ministro alemán señaló que «por un lado no podemos ignorar lo que sucedió las pasadas semanas. Por otro lado, tenemos que ser conscientes de nuestra responsabilidad en nuestra relación a largo plazo con Turquía».
Mientras, el sueco Carl Bildt enfatizó en la importancia de los objetivos estratégicos de la política de la UE.
No es posible «modificar la estrategia de la UE porque aquí o allí exista nerviosismo. Así no se puede impulsar una política exterior responsable», sostuvo.
Bildt, Jean Asselborn, de Luxemburgo, y Didier Reynders, de Bélgica, defendieron además que precisamente a partir de la situación en Turquía, la UE debe impulsar un mayor acercamiento de ese país a los estándares del bloque.
En tanto, el ministro austriaco Michael Spindelegger se mostró contrario a reabrir el proceso y abogó por que antes de retomarlo sea Ankara la que haga un gesto.
«Estamos esperando señales desde allá de que realmente van a conceder sus derechos a la gente en Turquía. Tienen que pensar en el comportamiento de su policía.Tiene que haber algún movimiento desde Turquía antes de que comencemos las negociaciones sobre un nuevo capítulo», afirmó.