La Unión Europea (UE) anunció este jueves que sus plantas nucleares serán sometidas de forma obligatoria a pruebas de resistencia cada seis años por cuestiones de seguridad, según una propuesta del Ejecutivo del bloque.
Los resultados serán públicos y de ser negativos los países otorgarán a la UE la autoridad para iniciar un expediente de sanciones contra el responsable.
El comisario de energía del bloque, Gunther Oettinger, resaltó el interés del organismo internacional de mantener y garantizar la seguridad en cada uno de los 132 reactores que funcionan en Europa.
Sin embargo, algunos diputados de partidos ecologistas, como Greenpeace, consideran la iniciativa como otro intento de legitimar la energía atómica.
No obstante, políticos conservadores dieron la bienvenida a la nueva medida, entre ellos, la eurodiputada eslovena Romana Jordan, quien calificó el hecho cde un importante paso hacia lograr los máximos estándares de seguridad nuclear.
Por otra parte, Greenpeace aseveró que la disposición no es lo suficientemente estricta para «descartar un Fukushima europeo», bajo el argumento de que las pruebas dejarán algunas partes de las plantas nucleares sin inspeccionar durante décadas.
Además, el grupo ecologista criticó que las nuevas reglas ignoran el factor humano, el riesgo de atentados terroristas o de sabotaje, según un comunicado del experto en energía nuclear de Greenpeace, Jan Haverkamp.
Unos 14 países de la UE producen energía nuclear y Francia se sitúa a la cabeza.
Lituania y Polonia se unirán a este grupo cuando pongan en marcha sus primeros reactores nucleares.