Uno de cada seis niños colombianos es víctima del sobrepeso, catalogado como un grave problema de salud pública por constituir un detonante de enfermedades crónicas como la diabetes y las complicaciones cardiovasculares.
Según la encuesta nacional de demografía y salud, el incremento excesivo de peso en esas edades guarda una relación estrecha con los hábitos alimentarios y el consumo de productos procesados, ricos en grasa sobresaturada, clasificados por los especialistas como comida chatarra.
En un intento de contrarrestar esos índices, el representante a la Cámara por el partido Afrovides, Yahír Fernández, presentó ante el Congreso un proyecto de ley «que prohíba y restrinja la venta y consumo de alimentos no saludables en las instituciones públicas y privadas».
Con seis artículos, la iniciativa, que comenzará a discutirse el próximo semestre, propone que el ministerio de Educación promueva, como parte de su proyecto institucional, la enseñanza de buenos hábitos nutricionales y desarrolle políticas para controlar la venta de los productos que se consumen en los centros educativos.
El nutricionista e investigador Gustavo Díaz precisó que la comida chatarra puede ofrecer beneficios a sus productores, como la rápida cocción y rendimiento, pero es perjudicial para el consumidor, sobre todo, en lo concerniente a enfermedades cardiovasculares.
Entre los alimentos no saludables incluyó las carnes procesadas porque, casi siempre, están hechas con el reciclaje de los cortes de carne, que además tienen grasas y conservantes. Las gaseosas, indicó, son un factor desencadenante de la diabetes, el cáncer y la caries dental.