El pelotero Urbano Lugo Jr. celebrará este lunes 24 de enero la hazaña de haberle propinado un no hit no run al equipo Tiburones de La Guaira, en disputa de la gran final de la temporada 1986-1987.
La proeza de este deportista, que casualmente también logró su padre el 6 de enero de 1973 con el mismo receptor, Baudilio Diaz, aconteció en el cuarto juego de la serie final de aquella temporada y quedó en el registro histórico de la pelota venezolana como primer dueto criollo (padre-hijo) en lograrlo en la zona del Caribe.
«Mi papá me decía que yo no sería lanzador, pero poco a poco fui mejorando y le prometí que yo también conseguiría un no hit no run para ser la única pareja de padre-hijo que lo lograra y ambos con un mismo receptor que fue Baudilio Díaz», explicó Urbano hijo.
El serpentinero venezolano recordó que en principio jugaba en el campo corto, pero el hecho de convertirse en un lanzador representó su mejor decisión, ya que le gustó mucho lanzar y siempre quiso emular la hazaña de su padre y, que al lograrlo, fue un momento muy especial.
«Es bonito que la gente te reconoce por lo que uno hizo, es gratificante ver que la gente aun te habla de ese juego y en verdad que eso se agradece, porque uno se da cuenta que dejó una huella dentro del béisbol» expresó.