Par de tantos de los arietes Luis Suárez y Diego Forlán sirvieron para que este domingo, ante un repleto estadio Monumental de Núñez, Uruguay derrotara 3-0 a Paraguay en la final de la Copa América Argentina 2011 y se coronara campeón del torneo.
Con este título, la celeste alzó por décima quinta vez el trofeo como monarca del torneo de fútbol más antiguo del mundo y se convirtió junto con argentina en el más ganador de la Copa.
Uruguay labró su camino desde el inicio con un aluvión de fútbol que pegó primero ante cualquier intento de manejo del “cero” que quisiera su rival.
A diferencia de otros contrincantes, Paraguay se encontró con un rival que estudió cómo entrarle a su zaga compuesta hasta por cinco hombres, pero que estuvo minimizada en el pulso hombre a hombre con los uruguayos.
PARAGUAY PASIVO Y DEFENSIVO
Paraguay planteó un fútbol pasivo en movimientos, sin ideas y de fuerza atrás, pero Uruguay supo que la velocidad en el frente de ataque de Diego Forlán, Luis Suárez y Maxi Pereira sería el dolor de cabeza de los guaraníes, sobre todo después de los 240 minutos de fútbol que tuvieron que jugar entre cuartos y semifinal ante Brasil y Venezuela.
Para Uruguay todo era cuestión de paciencia, de presionar al rival en el mediocampo y aprovechar la potencia de sus puntas; de hecho, la radiografía a lo que venía se observó en el minuto dos cuando Suárez quitó una pelota en el área, tras un centro, pero su disparo salió rozando la parte baja del travesaño de Villar.
TRÁMITE LARGO
La celeste en todo momento se vio animada a continuar con su estrategia de ataque, sin temer a que la albirroja la contragolpeara.
Realmente los paraguayos no mostraban contundencia al momento de llegar por el medio y si no fuera por un disparo de primera de Haedo Valdez, a los 18 minutos, tras un centro, se hubiesen ido en blanco en disparos al arco, en el primer tiempo.
Uruguay percibió que los “paraguas” quisieron atacarlo, metió tres hombres en el medio y obligó a la equivocación para que Forlán y Suárez hicieran lo demás.
En efecto a los 15 minutos Forlán dio una corrida, tiró en diagonal a Suárez, quien marcado por dos zagueros los eludió y con disparo cruzado marcó el primero de los celestes provocando la explosión de sus parciales en el repleto estadio Monumental de Núñez.
Uruguay siempre fue más. Lo justificó con otros cuatro contragolpes comandados por el par de arietes quienes marcaron uno más. Sí, el de Forlán, el que faltaba y que calmó la sed de gol del punta del Atlético de Madrid, cuando el minuto 44 fusiló a Villar ante milimétrica asistencia de Suárez.
La celeste desarticuló una zaga agotada de cinco hombres con apenas dos, pero el trabajo rudo de Diego Pérez, Maxi Pereira, la pausa de Martín Cáceres y la colaboración de Álvaro Pereira fueron vitales para cerrar un primer tiempo de ensueño para el equipo sureño que alcanza su Copa número 15 en toda su historia.
AGUANTE
Era lógico pensar que Paraguay se iría al ataque, pero también en el libreto estaba escrito que Uruguay esperaría la propuesta guaraní.
Los rojiblancos subieron sus líneas, aprovecharon, empezaron a abrir la cancha como prueba de convencimiento de que sí tenían argumentos para descontar. Para eso esperaba en el área Haedo Valdez, Iván Piris desbordaba por derecha, Martín Cáceres intentaba manejar la pelota en el medio y Pablo Zeballos apoyaba en la rotación.
A los 54 minutos, Haedo le pegó en el travesaño dilapidando la opción más clara de Paraguay, mientras que el mismo jugador no empalmó un centro enviado por Piris a los 65.
Uruguay aguantó su peor momento del choque. Su técnico Oscar Tabárez ajustó la marca y presión con Edison Cavani y Sebastián Eguren a pesar de que la albirroja quiso empujar más con el cambio protagonizado por Marcel Estigarribia y Hernán Pérez.
Paraguay siguió manejando la pelota, pero el refresco en las líneas favoreció a Uruguay, cuando se la quitó desde el minuto 70, provocando otra de Suárez que tapó bien Villar, “in extremis” y par de tiros de esquina.
Los guaraníes siguieron intentando, pero sin efectividad. Se perdieron todos en la marca uruguaya la cual tuvo un aditivo especial: supo guardar el cero casi sin contratiempo para terminar de llevarse el trofeo que se terminó de cerrar con el tecer tanto marcado por Forlán a los 90 minutos tras un contragolpe de dos toques entre el charrúa y su compañero Suárez, para finiquitar el 3-0 final.
Uruguay no ganaba un título desde 1995, cuando lo hizo en su casa ante el campeón del Mundo Brasil y con el cetro de este domingo se convirtió en el país con más Copas, luego de llegar a 15.