Pollos y hortalizas presentan precios “extremos” en los distintos rubros|Vendedores ambulantes compiten en precios con mercados populares

“Huevos medio cartón a 600, el cartón a 1.200. Más barato no hay. Aproveche que la semana entrante estará más caro”, voceaba un vendedor a menos de una cuadra del Mercado de Quinta Crespo en Caracas. Puertas adentro del recinto no se encontraba este producto, pero en las adyacencias decenas lo ofrecían por docenas a los transeúntes de a pie o en vehículos.

Y si de precios se habla, muchas veces estos vendedores ambulantes ofrecen alimentos, en especial verduras y frutas, a precios más solidarios.

El kilo de zanahoria lo venden a 150 bolívares, mientras en los denominados mercados populares oscila entre 300 y 350. El kilo de lechosa estaba a Bs 200, comparado con los 250 a 300 que piden en los sitios cerrados. El cuarteto de plátanos se consiguen por estas calles a 250 bolívares mientras en locales no baja de 300.

La papa escasea en estos momentos porque apenas este mes comienza la siembra, cuya cosecha se demora cuatro meses. No obstante, algunos vendedores ofrecen el “repele del año pasado” a 200 y 250, “porque no queremos que se nos pudra la que nos queda”, espetó un andino en la esquina del Muerto.

¿PRECIOS JUSTOS?

Luego de este asueto navideño, que muchos declararon haberlo vivido con el “cinturón apretado” por la inflación, la gente empezó a comprar “lo que se consiga” en calles o establecimientos. Productos alimenticios regulados de la cesta básica no se ven, pero sí hay champú, jabón en polvo, afeitadoras desechables y toallas sanitarias. “Como si la gente fuera a comer eso”, rumió un ama de casa en un Bicentenario.

Contradictorios estaban los precios en los mercados Guaicaipuro, al inicio de la avenida Andrés Bello, y Quinta Crespo en plena avenida Baralt.

El pollo en Guaicaipuro oscilaba el kilo entre 850 y 990 bolívares. Los muslos entre 850 y 1.100; la pechuga entre 1.100 y 1.400.

Zoilys Medina sentenció: “Ahora más que nunca uno debe recorrer cualquier mercado para buscar precios más o menos baratos”.

Pedro José Aponte fue tajante: “De verdad no son precios muy accesibles, pero si te metes en los automercados compras la mitad que lo de aquí. El país debe a comenzar a producir más alimentos”.

En ambos emblemáticos establecimientos caraqueños el ocumo y la batata no bajan de 500 bolívares; la auyama oscila entre 150 y 200; la berenjena entre 240 y 300; y así otras hortalizas. Enrique González ironizó: “Ahora en la calle te roban el mercado, con los precios que hay, una bolsita de comida es una fortuna”.

T/ Eduardo Chapellín
F/ Luis Franco