Investigadora Yelitza Rivas dictó charla en la Escuela de Antropología-UCV|Venezolanas también fueron maltratadas por sus maridos durante la Colonia

Quien piense que el maltrato de los hombres venezolanos contra sus esposas es cosa reciente, tiene que escuchar a la antropóloga Yelitza Rivas y los resultados de las investigaciones que adelanta en el Archivo General de la Nación (AGN). Entre otros, el caso de Manuela Mendoza, quien se querelló contra su esposo por maltrato -y lo que podría calificarse como abuso sexual- en 1797.

El departamento de arqueología y antropología histórica de la Escuela de Antropología de la Universidad Central de Venezuela (UCV) comenzó ayer, con una charla de Rivas sobre las mujeres trasgresoras, el ciclo de conferencias Entre tiestos y textos, dedicada a la antropología del pasado y coordinado por el profesor e investigador Emanuele Amodio.

La docente explicó que, cuando el matrimonio tuvo sustento legal en Europa siempre hubo elementos para el maltrato; con la colonización esos elementos se impusieron en el continente, y por lo tanto, en Venezuela.

Rivas, quien enseña sobre paleografía e integra el equipo de paleógrafos del AGN, recordó que a las mujeres se les atribuyen roles, y sobre ellas se ha ejercido un control cultural que en la época de Colonia era ejercido mediante la familia, el matrimonio, la Iglesia y el Estado. Los roles, además, “gravitan alrededor de la tutela del hombre”.

CASOS

El modelo social, recalcó, fue elaborado para las mujeres de los mantuanos. Si era una mantuana debía mostrar “una fachada moral más que la de estamentos bajos”, y sus trasgresiones eran consideradas más graves que las de otros sectores sociales.

El espacio de ellas era el contexto doméstico, con la madre como modelo a seguir. Las mujeres “asumían el papel de educadoras de las de su mismo género”, y enseñaban a otras a coser, a bordar y las tareas que se consideraban “propias” de ellas.

Y si no había madre, como lo explicó Rivas, el viudo buscaba cómo criar a las hijas; incluso, citó el caso de un español que, en 1700, pidió una dispensa a la Iglesia para casarse con una parda. En ese contexto, el rol de los papás era controlar la conducta de las mujeres de la familia.

Durante la Colonia, el honor de la familia dependía de las mujeres; ellas, cuando se casaban, pasaban a ser controladas por sus esposos. Si el marido las abandonaba se veían en la necesidad de buscar trabajo y hacerse cargo de su familia si no había otro hombre que lo hiciera.

Las mujeres eran llevadas a juicio por trasgredir los roles socialmente asignados, remarcó la docente. No existía una delimitación, en la sociedad colonial, de cuando se trataba de delito o pecado.

Amodio acotó que los hombres defendían un tipo de mujer, y que la que cumplía el rol que se esperaba de madre y esposa era “muy defendida”; por ello se solidarizaban entre sí, como ocurrió con los testigos del caso Mendoza.

T/ Vanessa Davies
F/ Héctor Rattia