Este viernes comienzan oficialmente los Juegos Olímpicos de Tokio, ya que como es costumbre y por el calendario de los respectivos deportes de conjunto, disciplinas como el fútbol y el sóftbol iniciaron sus eliminatorias. Nuestros abanderados serán Yulimar Rojas y Antonio Díaz, quienes tienen méritos de sobra para izar el pabellón tricolor con sus ocho estrellas.
Fueron 44 compatriotas (aunque el púgil Gabriel Maestre se retiró a última hora para dedicarse al boxeo rentado) que se fajaron todo un ciclo olímpico desde Río de Janeiro 2016, más un año más debido a la suspensión de la justa el año pasado, por el auge de la pandemia del Covid-19 y sin vacuna de por medio.
Debe destacarse que prácticamente casi todos nuestros atletas, aparte de fajarse en sus respectivas disciplinas, debieron también sufrir los embates de la guerra económica y un bloqueo unilateral de varias potencias. Estos factores afectaron en que muchos recursos económicos no llegaran a tiempo porque al dinero lo bloqueaban; o que se suscitaron problemas de visado para competir en eliminatorias efectuadas en algunas naciones y otros factores extra deportivos.
Son 43 ahora, pero pudieron ser más. Igual estas son nuestras cartas echadas para el magno evento. Muchos llegaron por marcas mínimas, otros por combates y varios por cupos asignados por las respectivas federaciones. Aunque el deseo es que logremos el máximo de medallas posibles, la realidad indica que las preseas no deberían pasar de tres, aparte de varios diplomas olímpicos por estar entre los ocho primeros del mundo en cada deporte.
Si es por marcas registradas en los últimos meses, la única dorada le correspondería a Yulimar Rojas en el salto triple de atletismo. Mientras la mayoría de sus rivales sufren para pasar de los quince metros, la caraqueña aspira tumbar el récord mundial a cielo abierto, que es de 15.50 metros. Yulimar ya ha logrado 15.43.
Luego la otra opción es Daniel Dhers en el BMX FreeStyle Park del ciclismo. Sus piruetas y saltos que deslumbran lo han catapultado a varios títulos y podios este mismo año contra rivales que también estarán en los juegos. Si tiene un buen día, conseguir una presea, inclusive la dorada, no es nada descabellado.
La otra presea vendría de las pesas, mediante Julio Mayora en los 73 kilos. Este criollo tiene registros que lo colocan entre los primeros cinco del mundo, lo que le da una opción real por lo menos el bronce.
El resto de la delegación tiene posibilidades muy limitadas, si tomamos en cuenta los registros mundiales. Sin embargo, de nuevo los deportes de combate, especialmente el boxeo, podrían dar una sorpresa. Nosotros pensamos que las muchachas del judo también podrían meterse en los papeles.
Como dijo Julio César, «la suerte está echada». Esperemos que nos equivoquemos y sean mucho más las preseas para Venezuela.
T/Eduardo Chapellín
F/Cortesía COV
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