Un recorrido con los migrantes dentro de su propio país y la manera en la que se desarrollan esas travesías es lo que busca explorar mediante el lenguaje de la danza contemporánea el espectáculo La Sra. Venus y el Diablo, que se presentará mañana y el jueves 19, a las 7:00 pm, en la Sala Anna Julia Rojas de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte).
La pieza cuenta con las interpretaciones de la artista Hilse León y el intérprete Félix Oropeza, directores de Caracas Roja Laboratorio y Agente Libre Danza Contemporánea, respectivamente, que decidieron unir su experiencia y su arte para llevar al escenario este montaje.
En conversación con el Correo del Orinoco, Félix Oropeza aclaró que no se trata de una interpretación en la que el público podrá ver los estereotipos conocidos de Venus o de la figura del Diablo, sino que se trata de los nombres utilizados para esa pareja que pasa por rituales, espiritismo, a lo largo de su recorrido.
“La idea de la historia es mostrar ese viaje y el momento en el que estos migrantes se dan cuenta de que definitivamente deben retornar a su pueblo de origen”, explicó.
“Son dos personas que se encuentran, que migran, que son amigos, que caminan juntos y a aveces no tan juntos en ese proceso de trasladarse hacia otro lado y en eso ha girado el discurso”, explicó Hilse León.
El intérprete y también director del montaje, Félix Oropeza, contó que la inspiración para esta pieza fue un afiche que encontró en un viaje que hizo a La Habana, Cuba. El afiche está hecho a mano, data de los años setenta y es una animación que se llama la Sra. Venus y el Diablo, que retrata una película hecha en Alemania: “Es el único resto de cultura material que queda porque no existe ni la película ni nada, sino ese afiche que es una xerigrafía que utilizaba la cinematografía cubana para difundir”.
Junto a León y Oropeza, trabajan en la coordinación general Oswaldo Marchionda, el vestuario es de Omar Borges, la iluminación está a cargo de Yoselin Vielma, el videoarte es de Juan de la Barra y el diseño gráfico de Zeus Marchionda.
BÚSQUEDA Y ENCUENTROS
Hilse León señaló que el proceso de montaje comenzó hace aproximadamente cuatro semanas cuando recibió la propuesta de trabajar con Félix Oropeza en esta propuesta que él mismo preparó.
“Siento que estoy con él, acompañada por él, dirigida por él, en una instancia muy importante para mí en este momento de mi carrera, porque es una dirección que me permite aportar, contribuir con el espectáculo y es muy interesante para mí”, refirió.
En cuanto a la construcción del personaje que interpreta en esta pieza de danza contemporánea, Hilse León señaló que ha trabajado con historias que le ha contado Félix Oropeza y las imágenes que él busca cuando se expresa mediante su cuerpo: “a partir de sus imágenes he encontrado mis motivaciones”, aseguró la artista, que también considera “contundente” el nombre de la pieza.
“Es interesante cómo desde la construcción individual, pudimos llegar a una construcción colectiva. Se trabajó siempre desde la individualidad en la danza y desde allí llegamos a esta construcción de un montaje”, afirmó.
Por su parte, Félix Oropeza manifestó que la sensación que tiene con el baile que realiza en este montaje junto a Hilse León “es la sensación buscada desde hace muchos años y en este momento me siento en un punto de comodidad y libertad al momento de bailar en pareja y solo”.
El coordinador general de la pieza, Oswaldo Marchionda, manifestó que este montaje también es muestra del trabajo que se puede lograr en el ámbito de la danza mediante las alianzas que puedan establecer las compañías que hacen vida en el país.
“La idea es proponer un espacio para la danza en el que las creadoras y los creadores puedan encontrarse y compartir sus discursos. La idea es realizarnos en la danza de una manera más diáfana, más vivida y que el público las reciba de esa manera”, acotó.
CON EXPERIENCIA
El coreógrafo y director resaltó que esta puesta en escena constituye “un trabajo que reúne intérpretes maduros de la danza contemporánea del país”.
“Es un formato que vamos a empezar a impulsar este año, de los intérpretes no noveles sino de los intérpretes más maduros porque la tendencia es que ya a los 25 o 30 años los artistas de la danza abandonan los escenarios y siento que en la danza contemporánea el intérprete empieza a tener mayor solidez en el discurso corporal a los 35, 40, 50 años. Podemos bailar hasta los 100”, comentó.
Oropeza comentó que precisamente en esa edad, las bailarinas y los bailarines se sienten “con el cuerpo más dúctil, más seguros, sin estereotipos, sin emblemas y entonces es cuando” se siente que la técnica de la danza contemporánea está más arraigada al cuerpo.
La artista Hilse León compartió la idea de su compañero de montaje y aseguró que es necesario en el ámbito de la danza contemporánea “prolongar la vida artística del bailarín”
“Sucede, por alguna razón que no puedo explicar de una manera clara, que sos bailarines se retiran a cierta edad y en lugar de aprovechar las ventajas de la experiencia deciden irse. Esta es una iniciativa, pero pudieran haber más”, refirió.
MÁS FUNCIONES
Luego de las presentaciones esta semana en la Unearte, la pieza de danza La Sra. Venus y el Diablo tendrá nuevas presentaciones los días miércoles 25 y jueves 26 de marzo en los Talleres de Realización del Teatro Teresa Carreño.
Hilse León y Félix Oropeza tienen previsto seguir su danza con esta pieza y presentarla en varios escenarios. En mayo Caracas Roja Laboratorio y Agente Libre Danza Contemporánea tiene previsto volver a compartir escenario en una presentación conjunta.