El criollo tuvo average de .370 en la última semana|Víctor Martínez fue el motor de los Tigres de Detroit

Víctor Martínez no tuvo rival en el diamante. Lanzador al que se enfrentó lo hizo testigo de su poder en la última semana de las Grandes Ligas en la que bateó para .370 y convertirse en el mejor criollo durante ese periodo de tiempo.

El toletero conectó 10 sencillos en 27 oportunidades al bate, dio tres dobles y par de cuadrangulares, impulsó cuatro carreras y anotó cinco. También recibió cinco bases por bolas.

Su mejor compromiso fue el miércoles cuando conectó de 6-3, con un doble, jonrón, par de carreras impulsadas y una anotada.

Su actuación le valió elogios por parte de su compañeros y por el mánager del equipo, Brad Ausmus, quien resaltó su plena confianza al jugador venezolano.

ENERGÍA

El estratega resaltó que la entrada del criollo en la alineación causó una grata impresión, así como le imprimió un extra de adrenalina al conjunto bengalí.

“La energía de Víctor es definitivamente vital en la alineación, en el campo y en la sede del club . Tiene ese tipo de intensidad”, aseguró Ausmus.

El timonel de Detroit explicó que el criollo ha respondido en los momentos que más se le necesita, esto a pesar de que los Tigres no tuvieron la mejor semana y cayeron en seis de los siete partidos que disputaron.

Martínez vino a llenar el vacío dejado por Prince Fielder, quien fue canjeado a los Rangers de Texas, y de quien se temía quedara un espacio difícil de llenar.

Así lo resaltó el propio Ausmus, quien aseguró que a pesar de los recientes resultados, el equipo se repondrá y apoyados en sus bateadores conseguirá el repunte necesario.

El domingo, Martínez se fue de 3-2, con un doble, una carrera impulsada. Su average, hasta ese día, fue de .337.

“A Víctor no le importa por donde sacar la bola. Él siempre está listo para batear y salir en busca de los mejores resultados que el equipo pueda conseguir”, acotó el mánager de los Tigres de Detroit.

DUPLA PELIGROSA

Martínez antecede en el madero al también venezolano Miguel Cabrera, quien actualmente se encuentra entre los líderes en average de la Liga Americana, al igual que el propio receptor.

El propio Cabrera, referencia de poder dentro de la novena de Michigan, se mostró satisfecho por la actuación de su compatriota a quien, además, auguró un futuro muy productivo y lleno de triunfos.

“Fielder era mi amigo. Era mi compañero de equipo. Estaba cerca de mí y llegamos a ser amigos. Pero eso no importa ahora mismo. El equipo tiene a Víctor”, resaltó el maracayero.

Esta temporada Martínez tiene .337 de average, producto de 56 inatrapables en 175 turnos al bate, con 12 dobles y 12 cuadrangulares, 29 carreras impulsadas y 24 anotadas. Ha recibido 18 bases por bolas y se ha ponchado en 13 oportunidades.

“Tuve algunos buenos años con Prince detrás de mi, pero ahora también tengo muy buenos juegos con Víctor. Nos va muy bien”, refirió Cabrera.

PREPARADOS

Es justo esta dupla la que se ha convertido en una de las más temibles en la gran carpa, por lo que el estratega de los felinos está muy feliz por los resultados y por la buena conexión que se tiene entre los dos venezolanos.

“Él es uno de los mejores bateadores que he visto en mi vida. Él no toma nada por sentado”, dijo Cabrera al referirse a Martínez.

Sus palabras son avaladas por Ausmus, quien no duda en decir que la mesa está servida para ver a este binomio explosivo.

“Él (Martínez) es francamente el hombre perfecto para acompañar a Cabrera. Víctor tiene ese campo de intensidad que se contagia en el club y en el campo”, recordó Ausmus.

La puesta de Martínez detrás de Cabrera en la alineación llegó para reforzar y darle “chispa” al equipo, esa que según muchos Fielder no proporcionaba.

Ahora todos en el equipo; incluso, los fanáticos están más tranquilos. Martínez está listo para dar la batalla y montarse, junto con Cabrera, al equipo en hombros en busca de la clasificación.

El de Bolívar no tuvo nada que envidiarle a nadie, solo que su equipo no respondió como debía y solo una victoria pudieron contabilizar.

Texto/Juan Pablo Azuaje
Foto/Archivo CO