Es típico de las películas que cuando un personaje está triste, éste termina en un bar o con una botella en la mano como una forma de mitigar el dolor. Estudios señalan que el beber alcohol es bueno para el corazón, y también para el cerebro, tal vez sea por eso que los guionistas de Hollywood emborrachan a sus personajes.
Investigaciones previas indican que el consumo de alcohol está relacionado con problemas mentales, pero un análisis reciente demuestra lo contrario. Científicos españoles descubrieron que beber alcohol (especialmente vino) con moderación causa menor depresión. Este es uno de los pocos estudios que han analizado la relación entre la salud mental y el consumo de alcohol en pequeñas dosis.
La investigación estuvo dirigida por el doctor Miguel A. Martínez- González, cardiólogo y profesor de medicina preventiva y salud pública de la Universidad de Navarra en Pamplona.
Para llegar a esta conclusión se monitoreo el consumo de alcohol, la salud mental y el estilo de vida de 5,500 voluntarios españoles de entre 55 y 80 años. Al principio de la investigación, los participantes nunca habían sufrido de depresión o había tenido problemas relacionados con el alcohol.
Durante siete años, se dio seguimiento a cada uno de los individuos por medio de visitas anuales, exámenes médicos, entrevistas con nutriólogos y una serie de cuestionarios. En el periodo de seguimiento, 443 personas fueron diagnosticados con depresión.
En el estudio detectaron que la principal bebida alcohólica fue el vino. Los investigadores encontraron que los bebedores moderados, que bebían de 5 a 15 gramos de alcohol diarios tenían menor riesgo de depresión cada semana en comparación con las personas que se abstuvieron de beber (un vaso pequeño de vino contiene aproximadamente 9 gramos de alcohol puro).
Las tasas más bajas de depresión se observaron en el grupo de individuos que tomó de dos a siete pequeñas copas de vino semanalmente.
Los resultados se mantuvieron incluso cuando se tomaron en cuenta otros factores que podrían influir en las tasas de mal humor, como la actividad física, la edad, el tabaquismo, el estado civil, la educación y la formación.
«Cantidades más bajas de consumo de alcohol podrían ejercer la protección de una manera similar a la observada para la enfermedad cardíaca coronaria. De hecho, se cree que la depresión y la enfermedad cardíaca coronaria comparten algunos mecanismos de las enfermedades comunes”, aseguro el Dr. Martínez – González.
Las razones del por qué beber alcohol es benéfico para el cerebro no son del todo claras aún, no obstante el Dr. Martínez cree que el elemento clave se encuentra en las uvas que pueden ayudar a proteger al cerebro de los procesos inflamatorios implicados en la depresión.
Este estudio fue publicado recientemente en la revista científica BMC Medicine.
Sin embargo, estos resultados se contraponen a conclusiones de otras investigaciones, tal y como lo afirma Susan Ramsey , profesora de psiquiatría y conducta humana en la Escuela de Medicina Warren Alpert de la Universidad Brown en Providence .
Ramsey ha realizado experimentos sobre los efectos del alcohol en los pacientes deprimidos e indicó que la diferencia en los resultados obtenidos puede deberse a los parámetros utilizados en la investigación española, ya que no se incluyeron personas que tenían depresión, trastornos de ánimo o problemas relacionados con el alcohol, además del rango de edad.
«La capacidad de generalizar a partir de los resultados de este estudio a otras poblaciones es muy limitada», dijo Ramsey.
Pues mientras son peras o son manzanas, a nadie le cae mal una copita de vino a la hora de la comida, ¿cierto?