El Gobierno de Londres estimó el lunes que más de 400 británicos combaten en las filas de los grupos terroristas que operan en Siria.
«Algunos de ellos luchan para el grupo Estado Islámico de Irak y del Levante (EIIL)», reveló el ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, en su intervención ante el Parlamento de su país.
El canciller británico afirmó que el Reino Unido podría cancelar los pasaportes de sus ciudadanos que trabajan para los grupos terroristas en Siria o Irak y que incluso podría arrestarlos.
El 24 de abril de este año en curso, Hague alertó, en una carta difundida a la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento, de que hay actualmente «un número sustancial» de ciudadanos británicos que luchan junto con los extremistas en Siria, lo que, a su juicio, supone un riesgo para el Reino Unido si regresan a este país.
El EIIL, junto a otras cuatro formaciones extremistas en Siria, fue incluido ayer, lunes, en la lista de las organizaciones prohibidas por la legislación británica sobre el terrorismo.
En esta línea, el Ministerio británico del Interior advirtió que la pertenencia al EIIL y su respaldo supondrán un delito.
Por otro lado, el viceprimer ministro, el liberal-demócrata Nick Clegg, consideró el lunes que los conflictos en Irak y Siria constituyen una amenaza para la seguridad de los ciudadanos británicos.