El destituido presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, ha ofrecido una conferencia de prensa este viernes en la ciudad rusa de Rostov-on-Don, cerca de la frontera con Ucrania.
Yanukóvich, en su primera aparición pública tras su destitución, ha rechazado su derrocamiento y ha dicho que se vio obligado a abandonar su país por las amenazas recibidas.
Además, ha afirmado que la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania carece de cualquier legitimidad, ya que actúa bajo presión del Maidán (bastión opositor durante las protestas contra Yanukóvich).
“El poder en Kiev lo han usurpado los nacionalistas y profascistas gamberros (…) que son una absoluta minoría de los habitantes de Ucrania», ha precisado el exmandatario, destituido el pasado 22 de febrero por el Parlamento.
En otra parte de sus declaraciones, Yanukóvich ha denunciado el incumplimiento de los acuerdos alcanzados el viernes pasado con la oposición «por mediación» de Francia, Alemania, Polonia y Rusia, y ha acusado a Occidente de haber «alimentado» el movimiento de protesta antigubernamental Euromaidán.
En alusión a los acontecimientos en la península de Crimea, el expresidente ucraniano ha considerado que las tensiones en esa República Autónoma son una «reacción natural» a la usurpación del poder y al «golpe de Estado de bandidos».
El depuesto presidente aterrizó el jueves por la noche en un aeropuerto militar del sur de Rusia escoltado por cazas, según ha informado una agencia local ucraniana y la rusa RIA Novosti.
Según este medio, que cita fuentes propias, Yanukóvich está alojado en instalaciones privadas y no en una residencia gubernamental para altos cargos, además de que no hay fuerzas de seguridad adicionales en la ciudad. El Gobierno ruso aceptó ofrecerle protección.
Aunque ha asegurado haber hablado con el presidente ruso, Vladimir Putin, tras arribar a este territorio, Yanukóvich ha expresado su asombro por el mutismo de Moscú sobre la situación en Ucrania.
En cuanto a las elecciones presidenciales del próximo 25 de mayo, el depuesto presidente ucraniano ha afirmado que no se presentará a las mismas porque las considera «ilegítimas».
Finalmente, Yanukóvich ha achacado la muerte de manifestantes en Ucrania a la «política irresponsable de Occidente», y ha asegurado que no volverá al país hasta que no se garantice su «seguridad» y la de su familia.