El movimiento estudiantil mexicano Yo Soy 132, cumple este lunes un mes de actividades y manifestaciones para protestar en contra de las políticas aplicadas por el Gobierno central. El grupo también ha realizado propuestas para que se tomen en cuenta sus demandas
Estos jóvenes mexicanos, que provienen en su mayoría de universidades privadas, se han definido como «los enojados», una versión mexicana de los Indignados de Europa, y se organizaron a través de las redes sociales para irrumpir en el debate político y conformar un bloque de fuerza a pocas semanas de decidir quién asumirá la Presidencia de la República.
Yo Soy 132 es un movimiento apartidista que surgió como una protesta ante lo que señalan como una alianza de los poderosos medios mexicanos para llevar de nuevo a la presidencia al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que tras siete décadas de hegemonía perdió el poder en el año 2000.
El movimiento estudiantil apareció tras una protesta contra Peña Nieto el 11 de mayo en la Universidad Iberoamericana de los jesuítas en Ciudad de México, que el PRI descalificó como provocada por alborotadores ajenos a esa casa de estudios.
En un video de respuesta, rápidamente colocado en Internet, 132 estudiantes se identificaron con su nombre y carnets universitarios. A partir de allí se gestaron movilizaciones de miles de estudiantes en diversas ciudades mexicanas contra una manipulación informativa de las grandes cadenas de televisión, lo que fue apoyado por otros sectores sociales de México y el hecho tuvo tal resonancia, que el hashtag con el nombre del grupo (#yosoy132) se mantuvo por seis días presente en los temas más comentados de Twitter.
Este domingo el movimiento también fue protagonista de manifestaciones, al abanderar la llamada Segunda Marcha Nacional Anti Peña Nieto que sirvió como marco de protesta ante el segundo debate presidencial, considerado como el más visto en la historia de ese país. Más de 40 mil personas caminaron hasta el Zócalo, plaza emblemática de la capital, para quejarse de tener un «candidato fabricado e impuesto por Televisa».
Los activistas gritaron consignas como «¡Queremos escuelas, no telenovelas!», «¡Queremos cultura, no telebasura!», «¡Hay que estudiar, hay que estudiar porque si no como Peña va a acabar!» y «¡Fuera Peña, fuera Peña!».
De acuerdo a analistas, la popularidad de este movimiento social responde a la incertidumbre y el desánimo en cuanto a su futuro que tienen los estudiantes y jóvenes mexicanos.