Maiker Pimentel tuvo una actuación heroica con Venezuela al dejar el campo lesionado y volver al terreno con el tobillo derecho infiltrado para derrotar 3-0 a Nueva Zelanda y conseguir este domingo el primer título mundial del softbol nacional en la Copa Prince Albert, en Canadá.
Después de meterle 14 ponches a Estados Unidos el sábado, la “Bazuca de Paraguaná” subió de nuevo a la lomita para enfrentar a los kiwis, cuya Haka tradicional de cantos y movimientos intimidantes fue respondida con los rectazos a 120 kilómetros por hora del abridor criollo.
Pimentel retiró en blanco los dos primeros actos, en los que apenas aceptó un boleto y repartió cuatro ponches, incluyendo los tres en fila en el segundo inning.
En el tercero se dobló el tobillo en uno de sus saltos para soltar la metralla. Tendido en el terreno, recibió atención y parecía que dejaba el diamante, pero volvió de puro guapo al círculo de lanzar para sacar el último out y retirar el cuarto por la vía rápida.
En la parte baja del tercer inning, Venezuela anotó su primer rayita mediante un soberbio jonrón solitario de Pedro Flores, una precaria ventaja que Pimentel defendió a pura valentía.
Pero en el quinto, tras dominar a Dante Makea no aguató más el intenso dolor y fue sustituido por Luis Colombo que recibió hit y dio boleto, antes de que Eudomar Toyo viniera al rescate para colgar el cero abanicando a Jerome Raemaki.
Los kiwi montaron otra embocada en el sexto cuando colocaron hombres en tercera y segunda. Pero con el tobillo infiltrado, Pimentel regresó al campo para sacar el tercer out con un globito de foul de Tane Mumu al jardín derecho.
En el cierre de ese acto, Venezuela amplió la ventaja con jonrón de Kleiver Barreto para impulsar a Rogelio Sequera que se había embasado por boleto.
El título de campeón mundial tuvo el sello de Pimentel que en el séptimo acto bajo el telón de su obra monumental al controlar a Jordon Bishop con elevado, ponchar a Hokepa Monk y a Richard Enoka para entrar en la historia grande del deporte venezolano y mundial.
La Bazuca de Paraguaná fue la estrella de la Copa del Mundo de Softbol con sus 59 ponches y sus cuatro triunfos sobre Argentina (1-0), Estados Unidos (6-4) y dos veces sobre Nueva Zelanda en la ronda regular (7-2) y en esta final inolvidable en la que su coraje completó una hazaña en letras doradas.