Falleció el obispo de Táchira, Monseñor Mario Moronta a sus 76 años de edad, quien elevo la fe de muchos, convirtiéndose en el quinto titular de esta jurisdicción eclesiástica y cumpliendo su labor titánica pastoral.
En este sentido, la noticia comunicada por Monseñor Lisandro Rivas, quien más expresó su dolor ante la partida de un «pastor fiel, que amó profundamente a su iglesia».
Rivas hizo un llamado al a comunidad de la fe a rendir oraciones por el eterno descanso de su alma, al tiempo que expresó: «El Señor resucitados le acoge en su iglesia celestial».
Hasta el momento, se desconoce el verdadero motivo de su muerte. Como antecedente, el pasado 21 de julio, la Diócesis de San Cristóbal, había emitido un comunicado oficial sobre el estado de salud de Moronta, la cual llamaban a la feligresía a elevar oraciones a nombre del obispo.
Moronta fue el Obispo de la Diócesis de San Cristóbal durante 25 años, de origen caraqueño, nacido el 10 de febrero de 1949.
Aparte, también destacó como obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Caracas y obispo de la Diócesis de Los Teques. A partir del 17 de junio de 1999, por Juan Pablo II, se le designó como autoridad de la Diócesis de San Cristobal.
Además, el papa Benedicto XVI lo nombró miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe y se desempeñaba, antes de su fallecimiento, como primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana.
Moronta y su cercanía con Chávez
El presidente Hugo Chávez era muy cercano al obispo Moronta. En una alocución de julio de 2005, el entonces Jefe de Estado cuestionó que la jerarquía eclesiástica mantuviera «castigado» al prelado en un rincón de Venezuela, lejos de la capital.
Monseñor respondió agradecido de servir al Táchira y ratificó que su vocación se debía por entero a la Iglesia. Ocho años después, Moronta ofició el funeral de Chávez frente a más de 30 jefes de Estado y de gobierno.
Con el apoyo del gobierno nacional, Moronta animó la construcción de un nuevo, amplio y moderno santuario diocesano para albergar la multitudinaria festividad del Santo Cristo, a quien él también declaró patrono del Táchira y protector de los Andes venezolanos el 6 de agosto de 2007.
Moronta fallece el día en que La Grita cumple 449 años de fundación, en la víspera de la fiesta patronal del Santo Cristo, que él presidió durante el último cuarto de siglo.
Igualmente, el obispo emérito instruyó en su testamento que su cuerpo sea enterrado en la Catedral de San Cristóbal, a los pies del Cristo del Limoncito, y que su corazón repose en el Santuario Diocesano del Santo Cristo.