Japón registró el mayor número de quiebras desde 2013 entre abril y septiembre de 2024, ya que las empresas se ven cada vez más afectadas por el aumento de los gastos, escribe el medio ‘Bloomberg’. Al mismo tiempo, el volumen total de los pasivos alcanzó 625.800 millones de dólares.
Un total de 4.990 empresas quebraron durante dicho periodo, un 18,6% más que en 2023, indica el análisis de Teikoku Databank, citado por el medio. Las declaraciones de insolvencia aumentaron hasta 807 empresas en septiembre, frente a las 723 de agosto.
La construcción, el sector manufacturero y el comercio minorista concentraron el mayor número de bancarrotas, detalla. Según el documento, 472 de las 4.990 empresas citaron la inflación como principal motivo de su quiebra.
Así, el índice de precios del país lleva más de dos años rondando o superando el objetivo del 2% fijado por el Banco de Japón, ya que la debilidad de la moneda japonesa (yen) hizo disparar los costos de importación de todo tipo de productos, desde los alimentos hasta la energía, explica el portal.
La escasez del mercado laboral japonés obliga a las empresas a subir los salarios para retener a sus empleados, lo que reduce aún más sus presupuestos. Mientras que algunas grandes compañías han podido permitirse el aumento salarial acordado del 5% para sus empleados, muchas pequeñas y medianas empresas han sido incapaces de cumplir este requisito.
«Las grandes empresas pueden recurrir a sus reservas internas si el Gobierno les ordena subir los salarios, pero no sería el caso de las pequeñas y medianas», explicó a medios locales el subdirector de Teikoku Databank, Kaitaro Asahi.
Como consecuencia, prosigue el estudio, el número de compañías que se quebraron debido a las dificultades para contratar personal, alcanzó la cifra récord de 163 durante dicho periodo.
De cara al futuro, otro riesgo potencial para las empresas es el aumento del costo del servicio de la deuda tras las subidas de los tipos de interés del Banco de Japón en marzo y julio de 2024. Algunos bancos grandes y regionales ya han anunciado subidas de tipos en algunos préstamos a corto plazo, augura Bloomberg.
En cuanto al historial empresarial, las insolvencias de entidades que llevaban 30 años o más en el negocio fueron las más elevadas (representan el 32,0% del total). Además, hubo 74 bancarrotas de compañías con un historial empresarial de al menos 100 años, la cifra más alta desde 2000, puntualiza el análisis.