Después de arrasar en las urnas a sus oponentes en febrero, Nayib Bukele asumió el sábado la presidencia de El Salvador para un segundo periodo en el que gobernará con más poder que nunca.
Convertido en uno de los líderes políticos más populares de América Latina por su controvertida guerra contra las pandillas y con una alta aceptación en su país, Bukele ganó la reelección en febrero a pesar de las disposiciones de la Constitución del país centroamericano que prohíben mandatos consecutivos.
En una ceremonia en el Congreso y ante la asistencia de varios líderes extranjeros, Bukele colocó su mano izquierda sobre la Biblia que sostenía su esposa Gabriela y juró cumplir las leyes de la nación. Luego se le impuso la banda presidencial.
La Corte Suprema de Justicia, repleta de jueces seleccionados por los aliados de Bukele en el Congreso, había dictaminado en 2021 que Bukele podía buscar su segundo mandato. El publicista milenial terminó imponiéndose en las urnas con el 84,6% de los votos, según el recuento de las autoridades electorales.
A la ceremonia de investidura asisten el Rey Felipe VI de España, los presidentes de Argentina, Javier Milei, de Costa Rica, Rodrigo Chaves; el secretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Alejandro Mayorkas y un hijo del exmandatario estadounidense Donald Trump.
Estados Unidos que en el 2021 condenó la decisión de la Corte Suprema salvadoreña de habilitar la reelección presidencial inmediata a pesar de que la Constitución lo prohíbe, envió a la ceremonia una delegación encabezada por Mayorkas, quien se reunió en privado con el líder salvadoreño.
Mayorkas reafirmó “el compromiso compartido de Estados Unidos y El Salvador de abordar cuestiones claves de interés mutuo”.
“Ahora que el presidente Bukele se embarca en su segundo mandato, quiero expresar la dedicación de Estados Unidos para apoyar el crecimiento y la prosperidad de El Salvador a través de una cooperación bilateral contínua”, señaló Mayorkas, según una publicación en la red social X, antes Twitter, de la embajada de Estados Unidos en El Salvador.