Durante su participación en la sesión plenaria de la Cumbre del Futuro, en nombre del Grupo de Amigos de Defensa de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Yván Gil, abogó por el verdadero multilateralismo como camino para el relacionamiento internacional y la coexistencia entre los países.
En el encuentro, celebrado en Nueva York, al margen del 79° periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, el Canciller venezolano alertó que, “en un momento en que la creciente interconexión global exige un mayor pluralismo, el mundo es testigo de un creciente recurso al unilateralismo”.
Resaltó que “esta tendencia, marcada por acciones aislacionistas y arbitrarias, como la imposición de medidas coercitivas unilaterales o el intento de sustituir el derecho internacional por un supuesto ‘orden basado en reglas’, está socavando los esfuerzos cruciales para abordar retos que nos son comunes”, por lo que, en representación del Grupo de Amigos, insistió “en que el verdadero multilateralismo y la aplicación, sin dobles raseros, de los principios de la Carta de la ONU, constituyen el núcleo de las relaciones internacionales y son necesarios para la coexistencia pacífica entre las naciones”.
El diplomático señaló que, durante las negociaciones del “Pacto del Futuro”, el grupo enfatizó la importancia de renovar el compromiso con la letra y el espíritu de la Carta de la ONU, al destacar que es crucial el compromiso de los países con el fortalecimiento del multilateralismo, así como la preservación de la naturaleza intergubernamental de la Organización, “absteniéndonos de la creciente tendencia a sustituir, minimizar o equiparar el papel central de los Estados con el de los actores no estatales que, en su mayoría, representan los intereses del Norte”.
“No habrá futuro sin paz”
El jefe de la diplomacia venezolana manifestó la importancia de consolidar “el derecho inalienable a la autodeterminación de los pueblos que viven bajo ocupación extranjera y colonial”, al expresar que “no habrá futuro sin paz, y no habrá paz sin desarrollo”.
En este sentido, condenó el genocidio perpetrado por el régimen sionista de Israel contra el pueblo de Palestina en la Franja de Gaza. “Es momento de avanzar hacia la eliminación del colonialismo en todas sus formas y manifestaciones. Es nuestro deber moral y ético concluir los procesos de descolonización aún pendientes”, indicó.
“De cara al futuro, reiteramos nuestro llamado urgente en favor de un alto el fuego en Gaza; nuestro llamado a favor de la justicia y del fin de la ocupación ilegal israelí; así como nuestro llamado a que el Consejo de Seguridad asuma plenamente sus responsabilidades, incluso reconsiderando favorablemente la aplicación de Palestina para convertirse en Estado Miembro de pleno derecho de la ONU. Guardar silencio no es una opción, pues ello sólo ha terminado por envalentonar a la Potencia Ocupante, que sigue cometiendo con total impunidad graves violaciones del derecho internacional”, agregó.
El Ministro apuntó el derecho al desarrollo de los pueblos como el motor y el objeto del Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de la ONU, por lo que es necesario que los países, en particular los del Sur Global, “retomen el camino hacia la consecución oportuna de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), para lo cual es urgente, por una parte, avanzar en la reforma de la arquitectura financiera internacional, diseñada hoy para perpetuar un modelo de dominación y dependencia, y, por otra, poner fin a la promulgación y aplicación de medidas coercitivas unilaterales”.
Relaciones de amistad y cooperación
Gil precisó la urgencia de garantizar una realización equilibrada de los tres pilares de la ONU, “así como de asegurar un orden mundial pacífico, próspero, justo y equitativo, en cumplimiento y estricta adhesión a los propósitos y principios consagrados en la Carta de la ONU”, con la consolidación de relaciones de amistad y cooperación entre los Estados, lo que garantizará la paz, la seguridad, la estabilidad y el desarrollo de la comunidad internacional como un todo.
El Grupo de Amigos lamentó que esta Cumbre del Futuro y sus documentos finales “no hayan sido tan ambiciosos como se esperaba, en términos de impulsar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en razón de la falta de voluntad política de los países desarrollados”.