Ante la falta de información sobre los 252 migrantes venezolanos deportados desde Estados Unidos hacia El Salvador, el cardenal Gregorio Rosa Chávez solicitó en la iglesia San Francisco de San Salvador que el presidente Nayib Bukele proporcionara noticias sobre estos individuos, quienes llevan al menos cuatro meses extremadamente incomunicados.
Las primeras palabras del cardenal durante su petición se centraron en los derechos humanos de cada uno de los detenidos, enfatizando que los prisioneros tienen «derecho a lo mínimo que está establecido en la ley internacion´´.
Los migrantes fueron enviados a una cárcel de máxima seguridad destinada a pandilleros, tras ser acusados por Donald Trump de formar parte de la organización criminal conocida como el Tren de Aragua. Desde el 15 de marzo, no se ha tenido información sobre ninguno de ellos, ni siquiera por parte de familiares o amigos cercanos. Ninguno de estos casos es aceptado para poder ver a los detenidos.
Estas circunstancias llevaron a la Iglesia a intervenir y pronunciarse, pidiendo que El Salvador no se convierta en una prisión internacional, según el alegato del cardenal este miércoles.
Sin embargo, su solicitud no se limitó únicamente a los prisioneros; el cardenal también lamentó que alrededor de 40 periodistas se hayan visto obligados a exiliarse del país debido a la inseguridad y al clima de miedo que prevalece en la nación, como destacó el alto religioso.
Entre los múltiples argumentos presentados por el cardenal respecto a la situación del país, hizo un llamado a poner fin al estado de excepción que impera en su tierra. Reflexionando sobre la situación, expresó: «¿Cómo vencer el miedo? ¿Cómo tener derecho a hablar sin ser víctimas? Esa es la tarea, pero la realidad está ahí; el mundo entero la ve cada vez más clara´´.