EEUU tiene que llevar a cabo una política «muy agresiva» hacia China, porque representa «una amenaza extraordinaria», afirmó este martes el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Mike Johnson, durante una rueda de prensa.
Según manifestó, el gigante asiático supone una «amenaza extraordinaria» no solamente para Washington, sino también para «la libertad en todo el mundo», por lo que considera que deben tratar esa cuestión de manera adecuada. «Miren, creo que tenemos que ser muy agresivos con China», opinó Johnson.
«Creo que es un asunto muy muy serio, quiero decir, junto con la deuda pública, y pienso que es nuestra mayor amenaza para la seguridad nacional y tenemos que hacerle frente apropiadamente», aseveró.
«Espero que el presidente [Donald] Trump sea muy agresivo en este asunto. Se le ha oído hablar de ello durante bastante tiempo y, de hecho, empezó a hablar de esto en 2015, antes de que nadie le prestara atención [al asunto] y reconociera la amenaza en la que se ha convertido China», reiteró el político.
Asimismo, agregó que si bien no va a precisar qué acciones se prevén, el Congreso mostrará «un enfoque muy agresivo», ya que «los republicanos son muy serios con respecto al tema». «Tenemos un montón de medidas que nos gustaría tomar, […] solo sé que vamos a tomarlo muy en serio», concluyó.
Venezuela también fue calificada de «amenaza extraordinaria» pero además de «Inusual»
El 8 de marzo de 2015, el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Hussein Obama, emitió un decreto que califica a Venezuela como “amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos de América”.
La orden ejecutiva 13692, conocida como “decreto Obama”, sentó las bases jurídicas, políticas y administrativas para la imposición de medidas coercitivas unilaterales (MCU) contra Venezuela.
Las sanciones, establecieron, en el inicio, la posibilidad de congelar activos venezolanos en EEUU, se dirigieron a funcionarios de alto rango del gobierno venezolano.
Pero, posteriormente, las medidas se extendieron a “toda persona” que el secretario del Tesoro, en consulta con el secretario de Estado, determinara como “responsable o cómplice” de acciones que EEUU, definiese unilateralmente como “ilícitas”.