El Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas expresó su condena y rechazo al ataque premeditado cometido por Israel contra el Líbano, el pasado 27 de septiembre, que provocó cientos de muertos y heridos, incluyendo niños.
En un comunicado del 4 de octubre, compartido por el canciller Yván Gil en sus cuentas en redes sociales, los Estados miembros resaltaron que este hecho constituye una violación flagrante de la Carta de las Naciones Unidas, los principios y normas fundamentales del derecho internacional, el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos.
“El Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas condena y rechaza categóricamente el atroz ataque premeditado de Israel contra el Líbano el 27 de septiembre de 2024, que resultó en el asesinato de cientos, incluido Seyyed Hasan Nasrallah, el líder de Hezbolá en el Líbano, así como el general Abbas Nilforoushan, un alto funcionario iraní de alto rango, dejando cientos de heridos, incluidos niños”, refiere el texto.
Los países enfatizaron la importancia de respetar la integridad territorial y la soberanía de los Estados, recalcando que es un principio fundamental consagrado en la Carta de las Naciones Unidas.
Además, manifestaron su preocupación por los intentos constantes de Israel de encender y hacer explotar la región de Medio Oriente, “como lo demuestran, entre otros, sus graves y reiteradas violaciones del derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de derechos humanos, y junto con sus provocaciones y violaciones contra los países de la región”, recordando el ataque de Israel contra Siria los pasados 1° y 2 de octubre.
Los Estados miembros expresaron su preocupación por las amenazas de Israel sobre el uso de la fuerza contra otras naciones de la región, particularmente, sus intentos de incursión en territorio libanés, “con el objetivo de continuar sus ataques genocidas ahora en el Líbano”.
Asimismo, advirtieron que tales acciones constituyen una grave amenaza para la paz y la seguridad internacionales, mientras subrayaron su preocupación por las consecuencias humanitarias que están provocando las acciones ilegales de Israel.