Las intensas precipitaciones en los departamentos haitianos de Norte, Sur y Grand’Anse provocaron al menos cuatro fallecidos, cuatro desaparecidos y 27 heridos, entre ellos ocho niños, de acuerdo con un informe preliminar proporcionado el viernes por la Dirección de Protección Civil (DPC), en el que señala que el clima adverso ha provocado daños significativos, que impactan seriamente en las infraestructuras y en la población local.
Los cuatro individuos que perdieron la vida estaban en el departamento de Grand’Anse, dos niños de escasa edad y las cuatro personas reportadas como desaparecidas fueron confirmadas en la comuna de Dame-Marie, siendo dos de ellas reportadas en Jeremie y otro en Borgne; en todos los departamentos impactados, se han destruido siete viviendas. Los daños materiales incluyen deslizamientos de tierras, inundaciones en diversas comunidades del Norte y de Grand’Anse, y un mínimo de 12.565 hogares afectados en el departamento del Norte.
El viernes, el Gobierno de Haití manifestó su «solidaridad activa» con las víctimas de las inundaciones y liderado por el primer ministro Alix Didier Fils-Aimé, manifestó su «inquebrantable solidaridad con las personas afectadas», tal como lo manifestó en un comunicado desde su oficina. Consciente de la envergadura de la catástrofe y de la necesidad apremiante, el jefe de Gobierno ha ordenado que el Fondo de Asistencia Económica y Social (FAES) y la Dirección de Protección Civil (DPC) intervengan de inmediato.
Por otra parte, se han desplegado unidades para proporcionar asistencia de emergencia, como alimentos y artículos de higiene, a las familias afectadas. “Esta tragedia nos interpela a todos como nación. A cada familia afectada, quiero enviar un mensaje de consuelo, no estáis solos. Vuestro Gobierno está a vuestro lado y haremos todo lo posible para apoyaros en el camino hacia la resiliencia y la reconstrucción”, expresó el primer ministro, manifestando su resolución de movilizar todos los recursos existentes para enfrentar esta crisis.
Fils-Aimé presentó que los socios internacionales, las entidades humanitarias y la población en general están invitados a colaborar en los esfuerzos conjuntos para asistir a las víctimas y fomentar un rápido regreso a la normalidad.