El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se ha dirigido esta jornada a la nación después de que un histórico voto de censura en la Asamblea Nacional obligara a su primer ministro Michel Barnier a renunciar al cargo junto con los miembros de su gabinete.
Macron aceptó este jueves la dimisión solicitando tanto a Barnier como al gabinete continuar en funciones hasta que se nombre un nuevo primer ministro.
«Nunca me responsabilizaré de los demás», afirmó Macron, subrayando que el hecho de que el Gobierno de Michel Barnier haya sido censurado se debe a que la coalición Nuevos Frente Popular y la derechista Agrupación Nacional «se han unido en un frente antirrepublicano».
«Los diputados de la Agrupación Nacional y del Frente Popular han optado por el desorden. No por hacer, sino por deshacer», explicó.
Asimismo, atribuyó la moción de censura contra el Gobierno a las ambiciones de estas fuerzas en el contexto de las elecciones presidenciales.
En una recriminación dirigida al Partido Socialista, Macron dijo que «las fuerzas que ayer todavía gobernaban Francia decidieron ayudarlos».
Peticiones de dimisión
El mandatario también respondió a los llamados que piden su dimisión tras la caída del Gobierno: «El mandato que ustedes me confiaron democráticamente es de cinco años y lo ejerceré plenamente hasta su fin».
En este sentido, recalcó que su responsabilidad consiste en «velar por la continuidad del Estado, el buen funcionamiento» de sus instituciones, la independencia del país y la protección de todos los ciudadanos.
El presidente prometió nombrar a un primer ministro en los «próximos días», sin especificar su identidad ni su perfil, y dijo que le dará «instrucciones» para que forme un «gobierno de interés general» que esté «compuesto por todas las fuerzas políticas» y que forme una «mayoría para aprobar el próximo presupuesto en el Parlamento».
«Una causa por encima de todos»
Macron aprovechó la reapertura de la icónica catedral de Notre Dame de París, gravemente dañada por el incendio de abril de 2019, programada para el 7 de diciembre, para trazar un paralelismo con la salida a la actual crisis política.
«Un rumbo claro, con un Parlamento que será capaz de encontrar compromisos. Dondequiera que haya divisiones, queremos unidad», declaró Macron.
El miércoles, la Asamblea Nacional Francesa aprobó por 331 votos la moción de censura presentada por la izquierda con apoyo de la derecha, superando la mayoría necesaria de 289 votos.
Es la segunda vez que una moción de censura provoca la dimisión de un gobierno francés desde 1962 y convierte a la administración de Barnier en la de menor duración en la historia de la Quinta República francesa, al estar en funciones solo tres meses.