Un aumento en la actividad sísmica del volcán Nevado del Ruiz fue registrado por el Observatorio Vulcanológico del departamento colombiano de Manizales, cuyas autoridades decretaron este martes la alerta amarilla.
Asociada al fracturamiento de rocas en el interior del edificio volcánico, la sismicidad fue ubicada a una profundidad de cinco a 8,9 kilómetros.
De acuerdo con el parte oficial, el seísmo de mayor intensidad registrado hasta ahora, con una magnitud local de 3,2 grados en la escala de Richter, ocurrió el 13 de abril y seis de los temblores reportados sobrepasaron los 2,5 grados.
A la par, se siguen generando flujos importantes de vapor de agua y dióxido de azufre hacia la atmósfera, captados en imágenes satelitales y también por los equipos instalados en el volcán.
Los vulcanólogos señalaron, además, la presencia de una columna de gases y vapor a una altura de mil metros sobre la cima del Nevado del Ruiz, con tendencia a dispersarse hacia el suroccidente, impulsada por el régimen de vientos predominante en la zona.
Mediante un comunicado, el Observatorio de Manizales precisa que el paso a un nivel de actividad superior se producirá cuando el diagnóstico integral de todos los parámetros del monitoreo del volcán lo indique.
Pese a que la directora de ese organismo, Gloria Cortez, hizo un llamado a la calma, los funcionarios de las localidades próximas al coloso afirmaron que aún no están preparados para una eventual emergencia real.
El estado de las vías, la falta de maquinarias y de un cuerpo de bomberos no nos dejan dormir tranquilos, precisaron.
Conocido también como Mesa de Herveo en la etapa precolombina, el Nevado del Ruiz es el más septentrional de los integrantes del cinturón volcánico de los Andes.
Con una altitud de cinco mil 321 metros sobre el nivel del mar, su erupción del 14 de noviembre de 1985 se mantiene viva en la memoria de colectiva de los colombianos.
Fue el día en que la población de Armenia quedó borrada del mapa ante la avalancha sucesiva de lava lanzada a una velocidad de 300 kilómetros por hora.
Más de 350 mil metros cúbicos de lodo, rocas, árboles y animales descendieron en oleadas por la cordillera andina hasta los llanos del departamento de Tolima.
Desde 2012 el Nevado del Ruiz viene registrando una constante actividad sísmica.